martes, 3 de noviembre de 2015

COCTEL DE LETRAS | Contracorriente verde: Chapala, el lago desconocido


[Sección a cargo de Inés M. Michel*]






[Colaboración de Alejandro Juárez]



El temporal de lluvias casi termina, y con ello vale le pena revisa el tema del Lago Chapala.  Existe  una amplia percepción de que este cuerpo de agua ha sido muy estudiado, y que la investigación realizada “no es útil” y representa “tirar dinero a la basura” como lo han expresado voces  diversas. ¿Es esto cierto? Analizando las notas periodísticas de 1999-2013 es fácil identificar un tema central: la preocupación por el almacenamiento de agua. La mayor cantidad de  movilizaciones ciudadanas y declaraciones gubernamentales coinciden con períodos de sequía (en particular 1999-2002). Tras el intenso período de lluvias de 2002-2003 y la recuperación del cuerpo de agua, la preocupación social aminoró fuertemente. Sin embargo, el tema del volumen se volvió tan importante que la Comisión Estatal del Agua de Jalisco comenzó a reportar (y lo hace aún) las variaciones diarias de almacenamiento, información que es  reproducida por periódicos, radiodifusoras y televisoras.  

Si el Lago Chapala fuera un tanque de almacenamiento sin duda esto sería suficiente, pero este Humedal de Importancia Internacional (sitio Ramsar, categoría obtenida en 2009) es mucho más que la cantidad de líquido que alberga. El lago  es un ecosistema complejo que permite la existencia de cientos de especies vegetales y animales; además de proporcionar servicios ambientales, indispensables para el bienestar de millones de personas. El vaso funciona para controlar las inundaciones cuando el temporal es abundante y como espacio de reserva en las sequías; abastece agua para fines agrícolas, industriales y urbanos a 11 municipios ribereños y a la Zona Conurbada de Guadalajara (6 de cada 10 hogares tapatíos reciben agua de ahí); provee de ingresos a pescadores y prestadores turísticos; representa valores culturales para los habitantes de sus orillas y para el pueblo wixarica, además del valor histórico desde tiempos prehispánicos y coloniales. Por si fuera poco, regula la temperatura y humedad atmosférica en 50 kilómetros a la redonda, para beneficio de zonas urbanas y bosques secos y templados: Mazamitla no tendría su vegetación característica sin la presencia de este impresionante lago. 

Lo anterior resulta casi desconocido para el público y escasamente considerado por  las autoridades. El agua es un componente base de este ecosistema pero no es el único, de la misma forma que un bosque es mucho más que un montón de árboles. ¿Existe mucha información sobre el Lago Chapala? La respuesta sería “Sí”, sobre un tópico único (el volumen almacenado), pero “No” para la mayoría de los otros temas de importancia para su  manejo. 

Algunos temas clave para el manejo de lagos, utilizados en todo el planeta son la contaminación por agrofertilizantes, que al ser arrastrados por la lluvia favorecen la presencia de algas dañinas, así como el florecimiento de lirio acuático y otras malezas; la presencia de pesticidas, cuya toxicidad residual puede acabar con poblaciones enteras de peces, y el nivel de azolvamiento (suelo arrastrado por lluvia), que reduce la entrada de luz al agua y, a la larga, disminuye la capacidad de almacenamiento, en ocasiones de forma impresionante. Estos tres temas componen un eje negativo que afecta al Lago Chapala (y al resto de cuerpos de agua de Jalisco y la mayoría de México).


A partir de una investigación científica realizada en la cuenca del lago Chapala entre 2010-2013 por cinco instituciones de investigación, se alcanzaron conclusiones  preocupantes: la entrada de nitrógeno y fósforo al lago, proveniente de fertilizantes es muy elevada, lo mismo que el volumen de pesticidas, muchos de ellos con efectos dañinos sobre el plancton (base del ecosistema), peces y aves. Y al menos 100 mil toneladas de suelo se pierden al año de las zonas agrícolas aledañas y son arrastradas al cuerpo de agua, con efectos económicos y ambientales diversos. 

Sin embargo, pareciera que no ocurre nada. El azolve y los contaminantes agrícolas han  entrado al Lago Chapala por décadas y éste sigue  relativamente bien. ¿Hay motivo para preocuparse? ¿Es necesario hacer algo? Sí. El lago es enorme y esto le ha permitido lidiar hasta cierto punto con los contaminantes y el azolve, pero tiene un punto de saturación. Creer lo contrario sería como pensar que darle un poco de veneno a un elefante no lo afectará por ser muy grande, pero si se hace en forma constante llegará el punto en que enferme y, si no es tratado en forma correcta, muera. Hay que actuar para evitar que el lago se siga degradando. Hay que tomar decisiones basadas en información correcta.


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Alejandro Juárez
www.corazondelatierra.org.mx
PlasmArte Ideas, noviembre, 2015

FB: PlasmArte Ideas
Twitter: @plasmarteideas



*COCTEL DE LETRAS está a cargo de Inés M. Michel 

[Egresada del Instituto de Ciencias, generación 100, (100cias100pre). 
Las letras le han salvado de los hombres grises en innumerables ocasiones. 
Fiel lectora de Ende y de un sinfín de historias fantásticas y de terror. 
Casiopea es su guía y confidente.]

Contacto: inesm.michel@gmail.com










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