domingo, 7 de febrero de 2021

¡Cuéntate!

 

Reescribe y libera tus emociones



Te invitamos a ser parte de un taller en línea, impartido por Ana Isaura González Flores, que te brindará herramientas de autocuidado para trabajar y atender tus emociones de manera creativa.

 


 

En un contexto de encierro y aislamiento,  donde nos hemos enfrentado a un cambio abrupto en nuestro estilo de vida, se nos plantean retos inesperados. ¿Estamos escuchando a nuestro interior, mientras afuera parece todo estar descontrolado? ¿Cómo caminar hacia un encuentro armónico con nuestra realidad y trabajar en el balance que anhelamos y que tantas veces parece escapar de nuestras manos? ¿Cómo desarrollar nuestra creatividad nos puede llevar al encuentro de este interior?

OBJETIVO GENERAL

Escuchar y reconocer lo que nuestro interior refleja hacia el exterior, utilizando recursos literarios, creativos y psicofísicos que nos acerquen a nuestras emociones más profundas, descifrándolas y acompañando nuestro sentir en armonía con lo que somos y queremos.

Facilitar un proceso creativo y profundo para liberar las emociones en armonía y reconocer lo que nuestro interior refleja hacia el exterior.

OBJETIVOS PARTICULARES:

  • Adquirir herramientas psicofísicas y prácticas que se pueden realizar en la cotidianidad para detectar y canalizar las emociones de forma conveniente y asertiva.

  • Brindar recursos y técnicas de meditación viables para relajarse. 

  • Realizar ejercicios de escucha activa y profunda para el manejo adecuado de las emociones y el desarrollo de la creatividad personal. 

  • Facilitar la escritura como medio para canalizar emociones y de autoconocimiento.


BENEFICIOS:

  • Mayor autoconocimiento. 

  • Toma de decisiones en armonía.

  • Previene y combate el estrés.

  • Disminuye la ansiedad y la depresión.

  • Mejora las relaciones interpersonales.

  • Mente serena. 

  • Mejora el desarrollo personal y creativo.

  • Mejora las relaciones personales y la comunicación.

  • Permite la relajación y la tranquilidad.

  • Desarrolla tu creatividad.


DIRIGIDO A:

Personas que quieran mejorar su calidad de vida, eficiencia y creatividad en las actividades que desarrollan. 18 años en adelante. CUPO LIMITADO.


FECHAS Y HORARIO:

4 sesiones de 3 horas cada una.

Sábados de marzo (6, 13, 10 y 27). *Sujeto a cupo mínimo y máximo.

11 a 14 hrs.


REQUERIMIENTOS:

Mayoría de edad.

Ropa cómoda para hacer ejercicio.

Tapete de yoga.

Cuaderno.

Lápiz o pluma.

Colores y hojas blancas.

Material para encuadernar.

 

INFORMES E INSCRIPCIONES:

grupoplasmarte@gmail.com

WhatsApp: 3314106014

 

CONOCE A ANA ISAURA GONZÁLEZ FLORES

 


Semblanza

Desde los 5 años, Ana Isaura comenzó su proceso de autoconocimiento, descubriendo su cuerpo y el entorno. A los 20 asumió un proceso terapéutico para hacerse más consciente y responsable de sí misma. El corazón la llevó a indagar a su alrededor y se encontró con maestros de vida, de todos colores, en talleres, cursos y clases. Viajó por Perú y México, para visitar sitios donde pudiera estar en contacto con la naturaleza. Su experiencia se basa en el encuentro con la intuición y el llamado del Ser, que es una guía para reencontrarnos. Sus talleres se centran en el autoconocimiento y la exploración de las emociones.

Experiencia profesional

Titulada como Profesional Medio en Arte Teatral en el CEDART José Clemente Orozco.

Egresada del XXV Diplomado de la Sabiduría de la voz y la palabra diciente, de CEUVOZ.

Facilitadora en medito-vocalización y canto dentro de la X y IX Fiesta a la planta medicinal en Cherán, Michoacán. Ha participado en los talleres de CONARTE, con el proyecto REDESEARTE, CULTURA DE PAZ. Cuenta con formación en canto terapéutico AXKANEMI, percusiones corporales e improvisación vocal con Maria Rita Brandão [2019].

Fue directora de escena del grupo ART THERAPY, con talleres interactivos sobre: bullying, violencia intrafamiliar, violencia laboral y capacitación para personal de salud. Impartió los talleres: Niños Cuentacuentos en Tlajomulco (Guadalajara, Jalisco) con presentaciones en la librería Gandhi López Cotilla [2018 – 2019]; taller musical en el marco del proyecto Menos basura, más vecinos [2018]; Cuentacuentos, Escenario y Radio, taller de técnicas actorales, voz y expresión [2016].

Desde 2015 desarrolló los proyectos Voz profunda y Canto Libertad, con talleres, terapias y clases para la expresión auténtica a través de la voz, el cuerpo y ejercicios psicofísicos, que se imparten hasta la fecha.

Premios y reconocimientos

Premio a Mejor Actriz de Reparto en el Festival de Teatro Universitario y Centros de Educación Superior 2011 con La fábrica de los juguetes, dirigida por Daniel Constantini.

Cantautora en Concierto intuitivo en Centro Holístico Tarahumara, Cantos para el alma [2019].

Seleccionada para el programa de Canal 7 Cantares y Costumbres en 2010, 2012 y 2014.

 

PlasmArte Ideas, enero, 2021.

Twitter: @plasmarteideas
 

 

 

jueves, 17 de octubre de 2019

AL FILO DEL CAFÉ | El huésped más inquietante de la filosofía


Sección coordinada por J. Ignacio Mancilla*

Esta publicación apareció originalmente en Cuerdas Ígneas, un proyecto hermano de PlasmArte Ideas.

El pasado martes quince de octubre se cumplieron 175 años del nacimiento de Friedrich Nietzsche, uno de los tres grandes maestros de la sospecha (Paul Ricoeur); los otros dos son Karl Marx (1818-1883) y Sigmund Freud (1856-1939). Los tres, fundadores de los discursos más influyentes en la historia moderna
Filósofo todavía inquietante para nuestro tiempo, como pocos, que diagnostica el radical atorón nihilista de nuestra época, a la par que nos ofrece una salida, la del Übermensch (ultrahombre) pero, sobre todo, la de las “transvaloración de todos los valores”; que bien nos podría servir como centro de profundos cambios al depredador modelo de vida que predomina y nos consume.  

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¿Seremos capaces de desoír los llamados de Greta Thunberg y de todas y todos los jóvenes que se movilizan, junto con ella, contra nuestro paradigma y modelo de mundo, ya caduco? 
Para conmemorar su nacimiento voy a hacer una lectura de uno de sus primeros apuntes autobiográficos que leídos desde su obra tardía nos posibilitan una comprensión del espíritu de este caballero de la fe que hoy conocemos como el más radical ateo de la filosofía.
Va pues mi lectura de un momento muy preciso de la vida de Nietzsche; esto como un sincero homenaje para tan singular fecha en el calendario filosófico de nuestro tiempo. Espero que no pase desapercibido, como tantos otros, en nuestro Departamento de Filosofía. ¡Ay, la Universidad de Guadalajara, mi Universidad!
Bien. En La genealogía de la moral. Un ensayo polémico, escrito en 1887, el maestro de los aforismos arremete contra la falta de sentido histórico de los filósofos; ¡pero, 25 años antes!, en un pequeño texto de enormes consecuencias, Fatum e historia. Pensamientos (1862), nuestro filósofo homenajeado hila, de manera muy fina, muchas cuestiones muy complejas, entre ellas la de la interrelación entre las circunstancias externas y la subjetividad (voluntad) en el devenir de la historia.
Nada más más y nada menos.

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F. Nietzsche, 1861.
Aunque el texto es corto (apenas nueve páginas), afirma muchas cosas de una enorme relevancia, vistas incluso desde la perspectiva de nuestro tiempo. Me detendré solamente en algunas de ellas para que, de este modo, dimensionemos cómo la preocupación por la historia en Nietzsche la encontramos, ya, desde su juventud; esto al margen de que será en la madurez que alcance sus mejores formulaciones, respondiendo así, de manera tajante, a los moralistas ingleses tan escasos, según él, de sentido histórico.
Destacaré algunas preguntas -solamente 5- de entre las muchas cosas que escribe Nietzsche en este tan peculiar texto. Cuestiones que a los 157 años de haber sido escritas, todavía tienen un enorme sentido y relevancia.
Nietzsche se pregunta, interrogando así todo su tiempo (que de alguna manera sigue siendo el nuestro), en primer lugar lo siguiente:
“¿Qué es lo que determina la fortuna de nuestra vida?”.
E inmediatamente después, suelta una batería de cuatro enigmas que todavía hoy calan muy hondo en lo tocante a las determinaciones de la historia y sus relaciones con los actos de los sujetos individuales.
Las cuatro dudas, más que radicales, son las siguientes:
“¿Se la debemos a los acontecimientos, por cuyo remolino somos arrastrados? ¿O no es más bien nuestro temperamento el que matiza todos los acontecimientos? ¿No tropezamos con todas las cosas en el espejo de nuestra propia personalidad? ¿Y no dan los acontecimientos, por así decirlo, tan sólo en la tonalidad de nuestras vicisitudes, mientras que la intensidad o debilidad con las que éstas nos afectan dependen exclusivamente de nuestro temperamento?”. Nietzsche, Obras Completas (V. I, Escritos de juventud, Madrid, 2018, pp. 201-209).

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Como se ve, tan solo responder a estas cinco interpelaciones es algo sumamente difícil, ya no digamos dar cuenta de ese juvenil texto, que sigue resonándonos después de 157 años de haber sido escrito y que hoy conocemos gracias a la edición de las Obras Completas en español por Tecnos.
He aquí, pues, la grandeza del pensamiento de Nietzsche; que sigue siendo tan intempestivo como cuando fue formulado.
De modo que, y aquí pienso que esto es muy claro, la historia, en el sentido más radical, es uno de los hilos conductores de la filosofía nietzscheana. Cuestión que hace más que patente en La Genealogía de la moral… 
Y que si vinculamos dicho escrito a una de su cartas juveniles, despachada tres años antes de este magnífico texto y dirigida a Wilhelm Pinder, además de con la Segunda Consideración intempestiva (De la utilidad y los inconvenientes de la historia para la vida) nos sorprende por su claridad y radicalidad en cuanto a la comprensión que tiene de la historia.
El mundo de hoy, con todas sus turbulencias, nos hace que nos cuestionemos, junto con Nietzsche, sobre las complejas relaciones entre nuestra voluntad y carácter y las determinaciones externas a la hora de hablar de los acontecimientos históricos.
Por ello pregunto, ¿fue Nietzsche un teórico del acontecimiento?

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No tengo mucho espacio, pero al respecto me gustaría citar su obra más representativa, para ya ir cerrando este pequeño tributo al huésped todavía más inquietante de la filosofía.
En su obra de madurez, que es quizá su texto más bello, me refiero a Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie, (la versión que manejo es la de José Rafael Hernández Arias, Valdemar, Madrid, 2005) nuestro amado filósofo escribe, con relación al acontecimiento, lo que sigue:
“Las palabras más silenciosas son las que traen la tormenta. Pensamientos que caminan con pies de paloma dirigen el mundo” (La hora más silenciosa).
Esto como remate metafórico de su reflexión sobre el acontecimiento que desarrolla en el apartado que lleva por título, precisamente, De grandes acontecimientos; parágrafo en el que se ocupa del tema que ya le inquietaba desde joven.
No es una aventura sostener, como un servidor lo hace en este texto, que hay sutiles mediaciones entre estos formulaciones maduras y el texto juvenil que aquí estamos tomando como pre-texto para rendir un más que justificado y sincero homenaje a uno de los filósofos más influyentes de nuestro tiempo.
De modo que:
¡Feliz cumpleaños Her Professor!
¡Y que cumpla muchos más, pues su pensamiento seguirá siendo, por mucho tiempo más, sobre todo y sin duda, intempestivo!

Prost, Herr Professor!  


J. Ignacio Mancilla.
PlasmArte Ideas, octubre, 2019.
Twitter: @plasmarteideas
Instagram: @plasmarteideas
  
*Al Filo del Café es coordinada por J. Ignacio Mancilla.

*[Ateo, lector apasionado, 
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]

Contacto: ig.man56@gmail.com









jueves, 29 de agosto de 2019

AL FILO DEL CAFÉ | La vida como danza

Sección coordinada por J. Ignacio Mancilla*



Pequeña entrada intempestiva

Este pequeño texto que quiere honrar la memoria de Friedrich Nietzsche fue propuesto para su publicación en La Gaceta Universitaria de la Universidad de Guadalajara, se  me comunicó que había sido aceptado, pero no se me dijo cuándo se publicaría; de modo que va en este espacio tan especial para mí y no quiero hacerlo sin agradecer las atenciones de José Luis Ulloa y Antonio Ceja, esperando su aparición en La Gaceta de mi Alma Mater.

De manera simultánea, esta publicación aparece en Cuerdas Ígneas, un espacio de reflexión continua en el que se ha trabajado desde hace cuatro años.


La vida como danza en la filosofía de Friedrich Nietzsche.


A manera de homenaje luctuoso, en el 119 aniversario de la muerte del filósofo más inquietante: ¡todavía hoy!


J. Ignacio Mancilla [1]



“La praxis, la vida humana, no es un proceso
(una actio), sino más bien un mysterion en
el sentido teatral del término,
hecho de gestos y palabras”.

Giorgio Agamben. Karman.


El domingo 25 de agosto del presente año se cumplieron 119 años de la muerte de uno de los filósofos más inquietantes, acaso el más perturbador para las buenas conciencias morales que todavía pululan en pleno siglo XXI; esto en el caótico mundo moderno y su ¿inminente catástrofe?


Va, pues, este pequeño texto, para honrar la memoria de un pensador que apostó, radical y trágicamente, por la vida y todas sus consecuencias; y lo haré retomando sus aparentemente simples reflexiones sobre el baile y la danza en el apartado Canción de baile de la segunda parte de Así habló Zaratustra, para mostrar cómo la “voluntad de poder” nietzscheana no significa otra cosa que “voluntad de vivir”, con todas sus contradicciones. ¿Podía ser de otro modo?


F. Nietzsche en 1882,
el tiempo de Así habló Zaratustra.


Primero acudiré a una o dos de sus expresiones referentes al baile y la danza, en Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie (la edición que manejo es la de Rafael Hernández Arias, Valdemar, Madrid, 2005), a las que añadiré mis propias cavilaciones y, después, a manera de un apoyo filosófico pertinente para nuestro tiempo, me valdré de algunas ideas de un pequeño libro de Giorgio AgambenKarman. Breve tratado sobre la acción, la culpa y el gesto (Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2018), uno de los más importantes biopolíticos vivos, para aunar y anudar su propuesta a mi lectura del maestro de los aforismos y radicalizar, de ese modo, la concepción trágica nietzscheana sobre la vida misma y sus bellas metáforas sobre el  baile y la danza.

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El apartado que estoy considerando viene precedido de La canción de la noche y le sigue La canción de los sepulcros, en los que la música aparece más que connotada y ocupa un lugar central en la reflexión nietzscheana (¡claro, Nietzsche era músico!, me acota la R).

El fragmento en cuestión inicia con la llegada de Zaratustra a un bosque en el que bailan varias muchachas, que al ver a Zaratustra dejan de hacerlo; por lo que el profeta nietzscheano (el primer inmoralista, antípoda del personaje histórico), las conmina a que no dejen de danzar y se los dice de la siguiente manera:

“<<¡No dejéis de bailar, encantadoras jóvenes! Ningún aguafiestas se ha acercado a vosotras con mirada de reproche, ningún enemigo de jovencitas.

Soy abogado de Dios ante el diablo: pero éste es el espíritu de la pesadez. ¿Cómo podría ser yo, ágiles criaturas, enemigo de bailes divinos? ¿O de pies femeninos de hermosos tobillos? […]>>” (p. 181).

Enseguida Zaratustra se equipara al bosque y a la oscuridad, para posteriormente ironizar sobre un pequeño Dios (¿Eros?) y solicitar a las jóvenes que bailen, no sin decirles que él mismo, Zaratustra, cantará “una canción de baile y de burla contra el espíritu de la pesadez”; que dicen es “El señor de este mundo”.

Cabe aclarar que el mismo Cupido fue el que bailó con las muchachas.

No puedo ahondar, por los límites de espacio, en todo lo que Nietzsche juega en esa Canción de baile, por lo que solamente rescataré las dos ideas centrales que tienen que ver con la concepción trágica de la vida que sostuvo el creador de Zaratustra, el ateo.

Y para hacerlo lo citaré de nuevo.

“Hace poco he mirado, ¡oh vida!, en tus ojos, y me pareció hundirme en lo insondable”.

Después de hacer una compleja relación entre vida, sabiduría y verdad (además de él mismo), Zaratustra, en su canto, afirma con relación a las tres que:

Así están las cosas entre nosotros tres. A fondo, sólo amo la vida - ¡y, en verdad, sobre todo cuando la odio!” (p. 182).


F. Nietzsche en 1861.


De esta forma, el canto de Zaratustra, como la vida misma y como el propio texto de Así habló Zaratustra, es insondable; no obstante ello, habrá que entresacar algunas ideas directrices para intentar comprender las enseñanzas del filósofo de la angustia y leerlas desde la singularidad del mundo de ahora (para lo que nos valdremos, como ya lo dije, de algunas de las ideas de Agamben en el texto ya mencionado).

El apartado se cierra con la tristeza de Zaratustra ante la ida de las muchachas bailarinas y, todo en un tono de tristeza y melancolía del personaje (¿y de Nietzsche también?), se remata con las siguientes preguntas que involucran, precisamente, el sentido o sin sentido de la vida.

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Es por ello que cito, completo, el final de este bello apartado de Así habló Zaratustra; para después enlazarlo con las reflexiones de Agamben sobre el sentido de la acción, la culpa y el gesto, como su propuesta para superar la dicotomía entre teoría y práctica y demás cuestiones relativas al pensamiento occidental.

Va, pues, el magnífico cierre de Canción de baile:

“Así cantó Zaratustra. Más cuando el baile terminó y las muchachas se habían ido, se puso triste.

“<<Ya hace tiempo que el sol se ha ocultado, dijo finalmente; la pradera está húmeda, de los bosques llega el frío.

“Algo desconocido está a  mi alrededor y mira pensativo.

¡Cómo! ¿Aún vives Zaratustra?

“¿Por qué? ¿Para qué? ¿Con qué? ¿Hacia dónde? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿No es una necedad seguir viviendo?-

“¡Ay, amigos  míos!, el atardecer es quien así me interroga. ¡Perdonadme mi tristeza!

Ha atardecido: ¡perdonadme que haya atardecido!>>

“Así habló Zaratustra” (p. 183).


Nietzsche con Lou-Andreas Salomé y Paul Rée
(una foto irónica y paradójica,
por razones que habría que detallar en otro texto).


La vida, pues, no es de color de rosa y, en ocasiones, su negrura perturba hasta el desquiciamiento; pero, no obstante ello, Nietzsche siempre fue una gran partidario y defensor de la vida toda.

Al grado que podemos decir que su filosofía es y sigue siendo una filosofía de la vida; una filosofía para la vida.

Ello independientemente de que su propuesta, que quiere ser una respuesta a los callejones sin salida de la modernidad y su acendrado nihilismo, no esté exenta de contradicciones, como de hecho no lo está ninguna.

Y sí, como muy bien lo ve Agamben, mucho del pensamiento occidental, desde Platón hasta nuestros días, se manifiesta ambiguo con respecto a la dicotomía entre pensamiento y acción y, sobre todo, con relación a la cuestión de la voluntad y de la imputabilidad de la responsabilidad del sujeto a la hora de actuar. Estamos hablando del asunto de la soberanía del sujeto y la cuestión de la libertad; además de otras cuestiones candentes para la filosofía.

Cosas todas que Nitezsche supo entrever en su pensamiento y si no pudo resolver sus implicaciones es porque el pensar occidental se ha debatido, precisamente, en la dicotomía que establecieron Platón y Aristóteles entre teoría y práctica (salvo raras excepciones).

Todo esto es lo que analiza Agamben en el pequeño texto aquí convocado y en el que, en eso consiste su propuesta, plantea que para ir más allá de esas escisiones, es necesario poner en el centro lo siguiente: “(…) el gesto expone y contempla la sensación en la sensación, el pensamiento en el pensamiento, el arte en el arte, la palabra en  la palabra, la acción en la acción” (p. 160).

Sé que habría que hacer más mediaciones entre Nietzsche y Agamben, particularmente entre Así habló Zaratustra y Karman, pero en la medida en que este texto es un sincero al maestro de los aforismos en su 119 aniversario luctuoso, termino, provisionalmente,  con una pregunta:

¿Nietzsche era, de alguna manera consciente de todo esto, al darle a la danza y a la risa papeles tan protagónicos en su mayor obra filosófico-literaria?

Cierro aquí, dejando la pregunta abierta.


Pequeña bibliografía:

Nietzsche, Friedrich, Así habló Zaratustra. Un libro para todos y para nadie, Valdemar, Madrid, 2005.
Agamben, Giorgio, Karman. Breve tratado sobre la acción, la culpa y el gesto, Adriana Hidalgo, Buenos Aires, 2018.       


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J. Ignacio Mancilla.
PlasmArte Ideas, agosto, 2019.
Twitter: @plasmarteideas
Instagram: @plasmarteideas
  
*Al Filo del Café es coordinada por J. Ignacio Mancilla.

*[Ateo, lector apasionado, 
militante de izquierda (casi solitario).
Lacaniano por convicción
y miembro activo de Intempestivas,
Revista de Filosofía y Cultura.]

Contacto: ig.man56@gmail.com











[1] Profesor de asignatura del Departamento de Filosofía del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara en las materias del Seminario de Nietzsche y Filosofía de la Psicología.

Las negritas en el texto fueron colocadas en la edición para destacar puntos de lectura.