miércoles, 28 de febrero de 2018

ENSALADA FREAK | Anímate en febrero (Parte 2)

Sección coordinada por David A. Becerra*








Continuamos con la segunda parte de Anímate en febrero, recomendaciones inesperadas para el mes del amor y la amistad.


Batman: Gotham by Gaslight.


En 1989 se publicó en Estados Unidos la novela gráfica Gotham by Gaslight (Gótica, luz de gas), considerada la primera historia Elseworld de DC, (Elseworld: historias en las que aparecen los personajes de DC Comics, en realidades alternativas o en continuidades diferentes), donde nos encontramos a Batman y a Ciudad Gótica en la época Victoriana (siglo XIX), el antihéroe tiene que enfrentar a un temible asesino que ha sembrado el terror en toda la ciudad, y es nada menos que el brutal Jack, El destripador. La novela fue escrita por Brian Augustyn y dibujada por Mike Mignola (creador del famoso personaje Hellboy) y en tintas estuvo Craig Russell; debido a su éxito tuvo una continuación llamada Batman: Master of the future (1991).

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Viñeta.


Después de esta nota cultural, les informo, a principios de este año, se adaptó esta novela gráfica a la animación, saliendo con el sello DC Universe Animated Original Movies de Warner Bros. Animation. La película está dirigida por Sam Liu, muy conocido por sus otros trabajos en el mundo de la animación como Batman: Year One (2011), Batman: The Killing Joke (2016) o Teen Titans: The Judas Contract (2017), por citar las más recientes; la adaptación del guion estuvo en las manos de Jim Krieg, cuya historia es “casi” igual a la novela, pero con unas notables (muy notables) diferencias que no les diré para no echarles a perder la sorpresa.

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Pòster.

Batman: Gotham by Gaslight, es una buena animación que refresca un poco el panorama entre tanta saturación de animaciones y películas de superhéroes, además, y para asustarlos, está catalogada como “clasificación R”, por su extrema violencia (¡vientos!). La película salió directamente a DVD y Blu-ray, por lo que seguramente ya abunda en tiendas en línea y en sitios de descarga. 

Dale una vista a esta animación y descubre el misterio detrás de Jack, El destripador. 

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David A. Becerra.

PlasmArte Ideas, febrero, 2018.
Twitter: @plasmarteideas
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Ensalada Freak es coordinada por David A. Becerra.
[*Cocinero de primera, perdón de primer año, 
experto en revolver cosas sin un orden específico, 
se me encargó la elaboración de ensaladas y otros platillos. 
Tengo la intención de escribir varios libros,
 de cursar varios diplomados, algunas maestrías y un par de doctorados, 
 hablo más o menos español, y lo escribo al 50%;  
soy el fundador y único miembro de mi propio fanclub de Star Wars.]

Contacto: davidalfonsobecerra@gmail.com




martes, 27 de febrero de 2018

Entelequia musical: Hacia un Nacionalismo Capitalista

                               



Colaboración de Natalia Ulloa





El nacionalismo musical mexicano (1930-1950) fue un movimiento que arrastraba como antecedentes -desde los años 20’s- la valorización de una identidad mexicana, un imaginario que intentaba sobrepasar la colonización recurriendo a sus raíces prehispánicas para forjarse a partir de ellas y el inicio de la línea desdibujada entre clase baja (artes populares -A.P-) y clase alta (Bellas Artes). 

Los compositores de este movimiento (Revueltas, Sandi, Rolón, Chávez) buscaron reforzar estos puntos recurriendo a las canciones tradicionales, propias de la clase trabajadora y los ritmos prehispánicos, para desarrollar bases similares al nacionalismo musical europeo, es decir: una identidad que conectara las diferentes clases en un sentido de pertenencia que integrara las formas académicas (europeas) a la canción popular, estableciendo una apertura moderna, y por ende universal de la música mexicana, con un carácter socialista. Sin embargo, a diferencia del Nacionalismo Europeo, considero que México desarrolla este periodo en apariencia, pues desde los acontecimientos mencionados se acentuaron más las clases -como la exposición de artes populares propuesta por Obregón, con trasfondo de inversión extranjera, justificando dichos actos bajo el presupuesto de que tras la línea “suavizada” entre estas clases, surgiría una especie de clases amigas: la clase Intelectual y la manual, trabajando unas con otras para lograr el progreso del país- y que a inicios del Nacionalismo musical se intentó desdibujar con este encuentro entre academia y el pueblo, pero que en los ideales de algunos compositores se expresaba un carácter que lejos de ser socialista -como se intentaba mantener para el progreso- se dibujaba capitalista.



Tal es el caso de Carlos Chávez (1889-1978), compositor, imprescindible para el desarrollo musical del Nacionalismo, principal colaborador en las Revistas de crítica y análisis de dicha época (Pauta, Heterofonía, Música Mexicana, Nuestra Música) Director del CNM y director de orquesta de la OSN, considerada un pilar para el desarrollo musical de nuestro país. Con este peso institucional e ideológico, Chávez ejerció influencia sobre los compositores y el pensamiento de su época, en la educación musical de la misma y en la unificación de un pueblo.

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Carlos Chávez.
Tomada de: periodiconmx.com


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Dentro del grupo antes mencionado de compositores, existieron diferencias de pensamiento, lo que provocó que se dividiera el estandarte musical, es decir: Chávez con el conservatorio, la orquesta y algunas revistas y Revueltas, con Revistas y un peso social importante. Pero uno no podía contra el otro, por el peso que Chávez ejercía.

Esta división surgió a partir de la imposición ideológica de Chávez, en la edición de los años 30 de “Música Mexicana”:

La música popular -propia de las A.P- era del pueblo, de la clase manual, y si ésta salía de su ambiente, perdía el sentido de popular, por ende se convertiría en enajenación, en una no-música. Por otro lado la música académica, aquella que se instruía en un conservatorio -propia de las Bellas artes- y refinaba la capacidad para comprensión/asimilación era perteneciente a la clase Intelectual o la clase alta, y su ambiente era el teatro, el Museo. Si este tipo de música salía de su ambiente también se convertía en una no-música. Tampoco se podían introducir instrumentos de la música popular a la música académica, porque los dos perdían su sentido.

¿Cómo desdibujar la diferencia de clases bajo este presupuesto?, ¿La música de Chávez, como Sinfonía India, no retoma estas combinaciones que a la vez son base fundamental para la identidad y el sentido de pertenencia que se quiere generar en el discurso nacionalista?

El fin de Chávez era refinar la educación del proletario con la música culta, lo deja claro en la revista “Nuestra Música”.

Y me pregunto, ante este vacío musical que se me presenta en un momento histórico tan sólido: ¿No es todo lo anterior el bosquejo de un capital-nacionalismo? Y si ello fuera cierto: ¿Qué ocurriría con el pilar actual mexicano, si el nacionalismo es su base, y nos enfrentamos a un estado socialista?

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Natalia Ulloa.
nataliaulloa15@gmail.com

PlasmArte Ideas, febrero, 2018.

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miércoles, 21 de febrero de 2018

ENSALADA FREAK | Anímate en febrero (Parte 1)

Sección coordinada por David A. Becerra*






No tiene nada que ver y por esa razón este mes del amor y la amistad les recomendaremos mucha animación.


Mazinger Z Infinity


En 1972 apareció en Japón un manga que llegaría a convertirse en un clásico y sentaría las bases para un nuevo género de ciencia ficción llamado Mecha (“meca”, o, robots gigantes tripulados), el nombre de aquel hito es Mazinger Z, creación de Kishioshi Nagai, mejor conocido como Gō Nagai. 

Al poco tiempo y debido al éxito de este título se desarrolló el anime con el que el personaje fue conocido a lo largo del mundo.

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Mazinger Z  comenzó a transmitirse a finales de 1972 y hasta bien entrados los años 80 contó con un rotundo éxito, generando una legión de seguidores en todos los países donde se transmitió. En 1986 llegó a México, y, desde esa fecha, se ha transmitido de manera constante o esporádica (dependiendo de las manías de los programadores) en diferentes cadenas de televisión. 

La historia creo que es bien conocida pero la resumo por si alguien ha vivido en una cueva o no le importa ni “j” la animación japonesa. 

Un buen día, el joven Kōji Kabuto descubre que su abuelo, el profesor Jūzō Kabuto, desarrolló un formidable y gigantesco robot llamado MAZINGER Z, que le es encomendado para usarlo en contra del malvado Dr. Hell, científico y antiguo socio de su abuelo que ha creado un ejército de bestias mecánicas (como Mazinger) para realizar el sueño de su vida (muy original por cierto) que es dominar el mundo. 

Bueno, fue un resumen extrarápido de 52 episodios. Además, los fans de Mazinger no me perdonarán el dejar de mencionar las series que continuaron el legado de este anime; cronológicamente seguiría Gran Mazinger, después, God Mazinger y, Mazinkaiser, además de muchas películas y otros productos inspirados en los personajes originales, como videojuegos y muchas cosas para gastar dinero. 

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Todo este preámbulo para avisarles que el año pasado se estrenó una nueva película llamada Mazinger Z Infinity, producción espectacular y nostálgica que trae a todos los personajes de la antigua serie (y digo, a todos), situando la historia varias años después de la última batalla con el Dr. Hell, en una Tierra en paz y prosperidad, que, por supuesto, será perturbada por las fuerzas del mal. 


Póster.

Para los fanáticos, es obligación verla, no hay de otra, para los que no lo son, pues deben de verla porque está muy buena, divertida y tiene un robot gigante. 

Se anuncia que para marzo de este año, saldrá en las salas de cine de México, yo no me pude esperar y la vi, pero también iré a verla al cine, no crean que no. 

Espérenla en sus cines favoritos. 

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Aquí el tráiler.






David A. Becerra.

PlasmArte Ideas, febrero, 2018.
Twitter: @plasmarteideas
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viernes, 16 de febrero de 2018

COCTEL DE LETRAS | Herstorian: Sobre el amor libre y el feminismo



Sección coordinada por Inés M. Michel*






Colaboración de Hilda Monraz





ANTECEDENTES


En 1929 la escritora Virginia Woolf publicó su libro titulado Un cuarto propio (en inglés A Room of Ones Own). Se trata de un ensayo en el que discutía la necesidad de la independencia económica y espacial de las mujeres para poder escribir. Aunque se trata de un tema literario-femenino, mi lectura la posiciona más allá. Considero que es uno de los primeros textos que puede vincularse con la crítica a la idea del amor e incluso con el tema del amor libre. Porque al hablar de la independencia de las mujeres escritoras, también cuestiona sus relaciones amorosas con sus parejas varones; que muchas veces se llevaban los créditos de autor. Porque se trata de un cúmulo de ideas innovadoras en la forma de llevar feminidades y sus relaciones con los otros.
El mismo año de la publicación de Un cuarto propio, se conocieron Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre. Ambos dedicados a la filosofía existencialista, pero en distintos momentos de sus trayectorias. Fueron pareja sentimental, o como ellos se llamaron a sí mismos “amor absoluto” durante más de cincuenta años. Sin embargo, nunca vivieron juntos, viajaban por separado y se permitieron lo que consideraron “amores contingentes”; es decir, otras parejas esporádicas de cada uno. Siempre y cuando se las contaran el uno al otro. Las cartas personales entre Beauvoir y Sartre revelan estas negociaciones y cómo fueron construyendo un tipo de relación amorosa distinto al que tenían muchos de sus contemporáneos. Se contaban sobre sus aventuras sexuales, se hablaban de “usted” pero sobre todo, siempre procuraron la sinceridad. Esa sería una de las claves para construir un tipo de relación alejada de los convencionalismos y una característica que se puede encontrar en el “amor libre”.

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Virginia Woolf (1882 - 1941).
          Tomada de: lavozdegalicia.es


Simone se adentró en el pensamiento feminista y esto le permitió ser muy crítica con la manera de llevar las relaciones amorosas. Escribió el libro que se convirtió en un clásico para las feministas del siglo XX: El segundo sexo (1949) en el que puso sobre la mesa el tema de la construcción del ser femenino en occidente. Aseveró que “la mujer no nace, sino que se hace” y con ello revolucionó la filosofía de su tiempo y dejó un legado crítico feminista imperdible. Simone y Jean Paul fueron probablemente una de las primeras parejas intelectuales famosas en encarnar lo que se llamó “amor libre”. Una forma de vida que sería definida con más claridad en las décadas posteriores a la experiencia existencialista de aquellos dos franceses.


DEFINICIONES Y CRÍTICAS


El amor es un concepto histórico, y por lo tanto es cambiante. Depende mucho del contexto social; de las aspiraciones individuales y colectivas, de la situación económica, política y cultural. En buena medida está relacionado con las creencias religiosas y la idea de la divinidad; aspectos que suman a esa construcción no sólo en términos de definición, sino también de lo que significa ser mujer, ser hombre, y las distintas vivencias sexuales. Generalmente es un término que idealiza las relaciones afectivas y que se pone en distintos niveles: el amor a la madre, a la familia, a la pareja, a los hijos. El que atañe en este momento a nuestra discusión es el sexual.
Desde finales del siglo XVIII pueden leerse análisis sobre la idea del amor romántico. Ese que se relaciona con la heteronormatividad del patriarcado. El que se constituyó entre princesas, castillos, llantos y sufrimientos “con un final feliz”, e idealizando feminidades y masculinidades. Marcela Lagarde hizo una revisión histórica del amor y la colonización de las mujeres a través del amor romántico.1En ella, Lagarde reflexiona sobre cómo las mujeres hemos sido construidas para convertirnos en seres amorosos y a través de esa constitución se nos ha requerido casi como un mandato amar sin cuestionar, sin pensar e incluso renunciando a nosotras mismas. De esa manera se explican los contextos de violencia en los que las relaciones tóxicas terminan con la autoestima de las mujeres –en el mejor de los casos- o con sus propias vidas. “Pero si ya sabe que él no la quiere, ahí va y regresa siempre con el patán” “Y luego que por qué las matan” “Ella se lo buscó por tonta”, son algunas frases muy comunes que naturalizan la violencia y el amor romántico en el que muchas mujeres se sumergen a pesar del daño tremendo que les hace. ¿De dónde viene esta idea del amor y qué dice el feminismo al respecto?
Las (re)visiones feministas alcanzan todo. Desde las altas esferas de poder en lo público hasta las relaciones íntimas. Por eso la frase “Lo personal es político” sigue vigente en muchos sentidos. Y desde ese posicionamiento, el amor se puede ver como una construcción política –que implica poder- a la que hay que analizar y deconstruir. De ese modo, las críticas feministas al amor romántico han derivado en distintas (re)definiciones del amor. Una de ellas es el amor libre. En ella se considera que la relación amorosa no es necesariamente monógama y va contra la opresión que conlleva el amor romántico. No me posees ni yo a ti. Somos seres con libertad de amarnos entre nosotros o no hacerlo. Por eso es tan necesario hacer la visible el poder que se encuentra en el centro de una relación amorosa. Al comprender que también en el amor hay juegos de poder, podemos entender qué estamos negociando y cuál es la manera más justa de hacerlo. De la misma manera se devela la cuestión simbólica del amor y se puede desmitificar al otro. Esto implica reconocer que somos seres imperfectos y que así podemos amar, humanamente.


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Marcela Lagarde (1948).
Tomada de: http://www.mujerpalabra.net/frases/?p=462

A través del amor libre se desmiente el “sacrificio” y se contrapone con la autonomía del individuo. Incluso se cuestionan los propios gustos y las propias preferencias con el ánimo de abrir opciones y permitir mayores satisfacciones. Esa autocrítica es muy útil porque no sólo abre, sino que pone límites sanos en las decisiones. Esto puede llevar al manejo sano y honesto no sólo de las relaciones interpersonales, sino de la misma autoestima y del desarrollo personal. El amor libre también está relacionado con algunas ideas anticapitalistas y se ha fortalecido en contextos anarquistas, socialistas y comunistas. No es necesario comulgar con estas facciones políticas para practicar el amor libre, pero en el fondo hay una propuesta que contradice la propiedad privada del capitalismo y que puede ser muy útil en términos interpersonales.

PROPUESTAS

Una de las grandes aportaciones del feminismo es la práctica. No se trata sólo de analizar y juzgar, sino de proponer y poner manos a la obra. Si ya tenemos décadas (o siglos) pensando el amor romántico, desmenuzándolo y tratando de erradicarlo, al mismo tiempo se generaron activismos del amor libre que siguen desarrollándose. Otra de las grandes contribuciones feministas es la no generalización. Aunque ya existan algunas definiciones, críticas y experiencias situadas, no se puede hablar de manera reglamentaria de cómo llevar a cabo una relación de amor libre. Requiere de negociaciones interpersonales, diálogos, establecimiento de límites y sobre todo de honestidad.
Tal vez una de las partes más difíciles de llevar a la práctica el amor libre es la sinceridad. Requiere de un grado de confianza muy alto y de cierta valentía al enfrentar la reacción del otro. Definitivamente no puede concretarse esa certidumbre con una pareja que no la comprenda, apoye y replique. Aunque Simone hizo parecer que era muy fácil decirle a Jean Paul que se había acostado con otro hombre, o con otra mujer, en realidad suele ser muy complejo. Detrás de esa complejidad están las críticas a algunas ideas que también son históricas y que nos han hecho creer que son inamovibles o incuestionables. Una de ellas es la fidelidad. El repetido discurso “fiel en lo próspero y en lo adverso” que no siempre es aplicable, ha dañado profundamente y de distintas maneras a muchas parejas a lo largo de la historia en muchas latitudes. ¿Qué es realmente eso de ser fiel? ¿Implica el pensamiento, sólo las acciones, mandar mensajes, tener relaciones sexuales con otra persona? ¿Se puede confesar eso a la pareja?
Todas esas preguntas tienen cabida en la revisión feminista del amor. Y no se resuelven de manera tajante. Se piensan, se amoldan, se complejizan. Pero sobre todo, representan la base fundamental de la implementación del amor libre. Al comprender que las relaciones amorosas son necesarias, pero al mismo tiempo deben tener ciertas características dependiendo no sólo de un contexto social sino también de momentos específicos en las trayectorias individuales y de pareja, se pueden llevar de manera más crítica y menos dolorosa. La clave probablemente radica en deconstruir la propia noción del amor y encarnarlo de la manera más simple. No es que las feministas neguemos al amor o renunciemos a él. Precisamente puede verse como todo lo contrario. Al revisar el concepto, nos apropiamos de manera distinta y lo redireccionamos. Proponemos nuevas formas que no den cabida a la violencia ni a la opresión. Pero que sean sanas y promuevan un desarrollo humano cercano al gozo y lejano a la posesión tóxica. Para ello, urge repensar la forma de ser mujer, pero también de ser hombre. Es necesario el diálogo y la apertura, las negociaciones y la sinceridad. Decir hola a nuevas formas de amar y adiós a lo que nos hace daño.


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Hilda Monraz.
@_biographer

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COCTEL DE LETRAS es coordinada por Inés M. Michel. 
[*Egresada del Instituto de Ciencias, generación 100, (100cias100pre). 
Las letras me han salvado de los hombres grises en innumerables ocasiones. 
Fiel lectora de Ende y de un sinfín de historias fantásticas y de terror. 
Casiopea es mi guía y confidente.]

Contacto: inesm.michel@gmail.com









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1 Marcela Lagarde, Claves feministas para la negociación en el amor, Puntos de Encuentro, Managua, 2001. Se puede consultar en línea en la siguiente liga: http://cdd.emakumeak.org/ficheros/0000/0538/claves-feministas.pdf