PlasmArte presenta Contracorriente verde, columna mensual de Alejandro Juárez, Consultor internacional en manejo de lagos y bosques. Director del Instituto Corazón de la Tierra.
EL JAGUAR, MONARCA AMENAZADO
En la penumbra de la selva una sombra se
mueve en silencio. Las fuertes patas se apoyan en la hojarasca sin apenas
perturbarla. El depredador se agazapa antes del ataque, echa las orejas hacia
atrás y tensa los músculos. El venado percibe algo y levanta el cuello. El
jaguar ataca, atrapa al animal con sus garras y da el golpe final con sus
poderosas mandíbulas.
Esta
imagen impresionante es cada día menos común en las selvas de México, donde el
jaguar (Panthera onca), uno de los felinos más grandes y majestuosos del
planeta, dominó durante siglos. Esta especie llegó a tener poblaciones
importantes en Sinaloa y Sonora por el lado del Pacífico, mientras por la
vertiente del Golfo llegó a estar presente en Tamaulipas e incluso Nuevo León.
En Jalisco se tiene registro de su presencia en el centro del estado, llegando
a adaptarse a climas más fríos de los que normalmente acostumbra. Se llegaron a
ver ejemplares en los bosques de coníferas de Mazamitla y Concepción de Buenos
Aires, lo que dio su nombre a la Sierra del Tigre, de la que está ausente desde
hace décadas.
Actualmente el
jaguar ocupa menos del 60% de su distribución histórica en México, habiendo
desaparecido de amplias zonas por una combinación de factores: cacería,
envenenamiento, desaparición de presas naturales (sustituidas por ganado, que
desplazaron a pecaríes, venados y otros animales); y, en particular, reducción
de su hábitat. Las selvas y bosques de México que este animal requiere para
sobrevivir se reducen a un ritmo preocupante: 155 mil hectáreas por año en el
período 2005-2010, de acuerdo a datos del gobierno federal. Nuestro país ocupa
el lugar 21 a nivel mundial en términos de deforestación y degradación
ambiental.
En
un momento en que la conservación de zonas forestales es una estrategia clave
para mitigar los efectos del calentamiento global (dado que la vegetación
captura bióxido de carbono del aire a la vez que libera oxígeno) y para
asegurar servicios ambientales para la población humana (en particular de
recarga de agua y reducción de deslaves e inundaciones) la conservación del
jaguar es estratégica por una sencilla razón: los grandes depredadores son
indicadores de calidad ambiental. Su presencia indica que en la zona hay una
provisión suficiente de presas, las cuales a su vez requieren amplias zonas de
descanso, refugio y alimentación. Estos es, bosques y selvas sanos. Además, el
peso cultural de este felino para múltiples pueblos de la antigüedad y la época
actual es enorme, como símbolo y encarnación de fuerza y poder, materia de mitos
y leyendas.
La
lucha por la conservación del jaguar mexicano se libra en múltiples frentes: en
el terreno legal, a través de la prohibición de su cacería, al ser considerada
una especie prioritaria para su conservación; con la población en general, a
través de campañas de información y sensibilización sobre su presencia e
importancia ecológica para mantener poblaciones de sus presas (ya que ataca
principalmente a animales enfermos o viejos).
Muchos ignoran
que en Puerto Vallarta y otros municipios de la costa jalisciense mora esta
bestia magnífica y que a unos minutos, en El Tuito, los ejidatarios hacen
esfuerzos por proteger a este gran gato en sus terrenos. El trabajo de
conservación en zonas naturales protegidas y en cuencas es otro punto estratégico,
así como la creación de un fondo federal de compensación por depredadores, a
través del cual se entrega dinero a ganaderos que pierden ejemplares bajo las
garras de estos cazadores. Si bien el fondo ya existe, puede mejorar mucho su
operación, a decir de especialistas en
la conservación de depredadores silvestres.
El
jaguar es una especie emblemática, que representa la lucha entre la destrucción
y la conservación en México. Aunque resulte increíble, mucha gente aún ignora
que esta bestia magnífica habita nuestro país. Hagamos lo necesario para que la balanza se incline en la dirección
correcta.
Alejandro Juárez
www.corazondelatierra.org.mx
PlasmArte Ideas, octubre, 2015
*COCTEL DE LETRAS está a cargo de Inés M. Michel
[Egresada del Instituto de Ciencias, generación 100, (100cias100pre).
Las letras le han salvado de los hombres grises en innumerables ocasiones.
Fiel lectora de Ende y de un sinfín de historias fantásticas y de terror.
Casiopea es su guía y confidente.]
Contacto: inesm.michel@gmail.com
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