sábado, 10 de octubre de 2015

CONTRAPUNTO | Un vals para Cortázar






El vals fantasma de la cuna blanca. El tejido de años en las notas, tejido poroso de suaves luces, lubrica los ojos de la grieta. El vals mece los cuerpos blandos, los cuerpos indigentes del tango, los cuerpos atravesados por lo gris, por la línea púrpura del cuello, una que baja como camino, como granos de lodo perforado, como el jazz, como el azúcar sobre la piel herida. Presentir es saber demasiado.

El vals choca entre las pieles frías, se cuela entre los dedos como vertiente de luz fugaz , arranca la respiración de la jaula, salta hacia las máscaras ocre, hacia el designio de su hundir pronto las esperas de la mancha que toca un cielo más negro en los pantanos.

Pantanos raudos, vertiginosos, como el vals que sostiene el rostro, el quiebre, las despedidas. El estruendo ataviado por sus pausas es el final de las manos que se borran.


Ingrid Valencia
Twitter: @ingridvvalencia
PlasmArte Ideas, octubre, 2015



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