lunes, 25 de mayo de 2015

ARTE CON CUCHARA: Life before death

[Sección a cargo de Talita Quiñones*]
















Walter Schels

Walter Schels nació en Landshut, Alemania en 1936. Como un niño que creció en Múnich hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, Schels fue muy afectado por la muerte después de haber sido testigo de victimas por los ataques aéreos. “Tenía miedo de la muerte y ataúdes, toda mi vida evite ver ningún cadáver, incluso los de mis padres.” (Rosenberg, 2014).

En su vida trabajó como decorador de escaparates en Barcelona, Canadá y Ginebra. Hacia 1966 se trasladó a Nueva York para convertirse en un fotógrafo. En 1970 regresó a Alemania y trabajó en publicidad, así como para varias revistas, se dió a conocer por sus retratos de artistas, políticos, filósofos y animales. En 1975 se le pidió documentar un nacimiento para la revista Eltern: "Aquí es cuando vi la cara de un niño recién nacido por primera vez, este tenía una cara de envejecido, un poco como sabiendo algo del pasado.” (Rosenberg, 2014).

Desde entonces, Schels se ha centrado en las caras y en la observación de la existencia humana en condiciones extremas, un ejemplo de esto es la serie fotográfica Life Before Death donde muestra a pacientes de cuidados paliativos, antes y después de su fallecimiento.

Walter Schels: 1936, Landshut Alemania


Life Before Death
Maria Hai- Anh Tuyet Cao, 52 años, el 5 de diciembre de 2003, y después de su muerte, el 15 de febrero de 2004.
De la serie:
Life before death (www.life-before-death.de)

Heiner Schultz, 52 años, el 19 de noviembre de 2003, y después de su muerte, el 14 de diciembre de 2003.
De la serie:
Life before death (www.life-before-death.de

¿Vida después de la muerte?

El cielo, el infierno, el limbo; la oscuridad, la luz. Nacemos para morir, esta es la única certeza que tenemos y tendremos a lo largo de la vida, sin embargo vivimos pretendiendo ignorar el hecho de que la muerte es parte esencial de nosotros.
Cuando hablamos de muerte, el cuerpo suele responder con miedo, rechazo a este estado desconocido, incluso en los hombres de ciencia. Para algunas religiones la muerte es el fin de la vida, el paso obligado para una nueva; para otras como el budismo, la vida es una energía que fluye a lo largo y ancho del universo y no tiene principio ni fin, simplemente es un proceso continuo de cambio.
Entonces, ¿podemos decir que la muerte es el alter-ego de la vida?
La vida y la muerte, imprescindibles una de la otra; finalmente no se puede morir si no se está vivo y no se puede vivir ignorando que la muerte forma parte de nosotros.
A través de la vida se nos habla de esta como un tesoro preciado, lo más bello con lo que cuenta el ser humano, pero ¿y la muerte?
¿Quién dice que la muerte no es bella, que no puede tentarnos a mirarla cual sirena nos embelesa con su canto?
La belleza hoy en día puede ser un mero artificio, pero en el contexto actual del mundo, ¿cómo manipular a la muerte para que nos lo parezca? Más aún en un contexto como el del mexicano donde la muerte es todo menos bella; en el mejor de los casos la muerte es fiesta, y en el peor, es un espectáculo que vende, una carnicería que se exhibe en primeras planas de periódicos amarillistas. Estos extremos que imperan en nuestro imaginario social, nos alejan de una visión de la muerte como un estado natural, y que de alguna forma que no entendemos viene a dar sentido a nuestra existencia.
Life before death del fotógrafo Walter Schels nos presenta 26 fotografías; 26 rostros, 26 seres humanos con historias particulares que advertidamente esperaban el paso de la muerte, algunos con anhelo, otros a la espera de ser olvidados por esta.
Cada fotografía es la representación de una vida que se desdobla, es la captura del rostro físico que cambia del estado vivo al inerte; es la muerte como prolongación de la vida en el estado físico del rostro, el cual aún tiene nombre; es el “yo” que pasa a ser el “otro yo”, el que no tiene más vida y que no es una mera copia del vivo, sino su alter-ego (Morin, 2007).
Si la muerte es bella o no, dependerá totalmente de la sensibilidad del ser humano que la contempla, esta subjetividad será la que disponga el sentir placer o rechazo de lo que aquí se nos muestra;  la vida y la muerte a la par, el transito obligado de cualquier ser humano.
El trabajo de Schels es importante en tiempos donde la muerte se nos muestra en variadas formas menos como es (o debía ser), natural. Me parece que presentar la vida y la muerte a la par, viene a reivindicar a la segunda, ya que a través de los tiempos ha adquirido la reputación de infame, la muerte como némesis de la vida y no como semejante, ya que de algún modo la muerte es quien da sentido a la vida, después de todo ¿Qué sería del hombre si fuese inmortal?



Talita Quiñones
PlasmArte Ideas, mayo, 2015
                                                                                               
FB: PlasmArte Ideas
Twitter: @plasmarteideas









*ARTE CON CUCHARA está a cargo de Talita Quiñones

[Estudiante de Historia del arte, 
de nacimiento dramática y soñadora empedernida, 
aún en tiempos difíciles.  
Fiel a mis convicciones, mi mayor apuesta es al arte 
como motor de transformación social.]

Contacto: arteconcuchara@gmail.com










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Referencias
  
Morin, Edgar. (2007): El hombre y la muerte. Barcelona. Editorial Kairós.

Fotografie Walter Schels, (s.f.) Recuperado el 11 de mayo:  VER AQUÍ

Rosenber, D., (17 de agosto de 2014), How one photographer overcame his fear of death by photographing it, Slate Behold, The photo blog. Recuperado el 11 de mayo del 2015.  Disponible AQUÍ

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