martes, 19 de julio de 2016

COCTEL DE LETRAS | Contracorriente verde: La lumbre en los aparejos

[Sección coordinada por Inés M. Michel*]






[Colaboración de Alejandro Juárez]




Cuando se habla de calentamiento global, pasa algo muy curioso: muchas personas parecen entender que se trata de algo lejano en el tiempo (en el futuro), e incluso en la distancia (otras partes del planeta). Quizá porque el enfoque en medios de comunicación y redes sociales se concentra en el deshielo de los polos o la extinción de los osos polares. O bien, porque un aumento de dos grados centígrados parece cosa de nada. Después de todo ¿qué son dos grados más o menos de calor, a mediodía o por la noche?

Al respecto vale la pena hablar de los efectos del cambio climático en México, que extiende sombras preocupantes sobre el futuro próximo.  De acuerdo a las proyecciones del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), se intensificarán eventos extremos como lluvias torrenciales, sequías, huracanes y olas de calor. Los grupos más vulnerables serán, por supuesto, las comunidades marginadas y en situaciones de pobreza, que se localizan comúnmente en zonas de alta sensibilidad. Y no sólo por los fenómenos climáticos en sí mismos, sino por los efectos que estos generan: contaminación de agua potable, proliferación de enfermedades transmitidas por mosquitos, desgajamiento de cerros, desplazamiento de comunidades, etcétera. 

No faltará el insensible que piense “eso le pasará sólo a los pobres, yo estaré bien” pero… sorpresa, porque de una forma u otra todos saldremos afectados. Una parte importante de la producción de alimentos depende del temporal de lluvias: el agua en exceso y en carencia puede destruir cosechas de regiones enteras. Esto afectará la disponibilidad de alimentos y los precios de los mismos, ya se trate de maíz o zarzamoras. La disponibilidad de agua superficial se verá afectada, tanto por exceso (riesgo de reventamiento de embalses), como por carencia. Lo anterior, sumado al factor de evaporación, que afectará también nuestros bosques y selvas, al haber menos humedad en el suelo. Humedad que es vital para la sobrevivencia de hierbas, arbustos y árboles, que a su vez colaboran a la infiltración de la lluvia, que forma los manantiales, arroyos y ríos. 

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Tomada de: queesel.info
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Los escenarios advierten que mucho de lo señalado ya está ocurriendo: no es el futuro, es la realidad actual. Y se verá intensificado entre 2020 y 2030. Los mayores incrementos de temperatura se esperan en el noroeste del país y la zona del Golfo de California, mientras que los menores cambios se esperan en el sureste (Chiapas, Oaxaca y Tabasco). Las acciones de mitigación y adaptación son una necesidad apremiante, así como las acciones para reducir la causa del problema: la emisión de gases de efecto invernadero provenientes de automotores, de la generación de electricidad y de la fabricación de miles de toneladas de productos chatarra (principalmente desechables). 

Las acciones de respuesta pasan por el ámbito gubernamental (políticas y normatividad), pero también, de forma importante, por la ciudadanía. No dejemos que la indiferencia y la apatía se conviertan en la marca distintiva de esta generación. La lumbre ya llegó a los aparejos. Hay mucho qué hacer: hay que hacerlo ahora. 

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Alejandro Juárez
Consultor internacional en conservación y manejo ambiental; 
Director del Instituto Corazón de la Tierra.

www.corazondelatierra.org.mx

PlasmArte Ideas, julio, 2016

Twitter: @plasmarteideas



COCTEL DE LETRAS es coordinada por Inés M. Michel 

[*Egresada del Instituto de Ciencias, generación 100, (100cias100pre). 
Las letras me han salvado de los hombres grises en innumerables ocasiones. 
Fiel lectora de Ende y de un sinfín de historias fantásticas y de terror. 
Casiopea es mi guía y confidente.]

Contacto: inesm.michel@gmail.com












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