viernes, 8 de julio de 2016

MOUSSE MEDIA | La navaja automática: Festivales en Guadalajara

[Sección coordinada por Víctor D. Magallón*]












[Colaboración de Francisco Chavez Lizardi]





La ciudad de Guadalajara siempre se ha considerado como una plaza difícil por parte de productores y promotores musicales, en particular para aquellos que intentan organizar festivales.

De los múltiples festivales que se han desarrollado en los últimos 10 años, ninguno ha logrado sobrevivir más allá de unas cuantas ediciones, a excepción de festivales gratuitos como son el Rock x la vida o el 212. El resto de los festivales suele desaparecer después de una o dos ediciones, o en pocos casos afortunados suele migrar a otras regiones de la república donde el público es más amable.

También te puede interesar:
¿Qué hace falta para romper la maldición que se cierne sobre esta ciudad con respecto a los festivales?  Es necesario atacar el problema desde múltiples frentes, en primer lugar,  faltan promotores y empresarios que tengan la paciencia y el capital necesario para poder esperar a que un festival vaya adquiriendo un público cautivo y un renombre, los festivales generalmente suelen ser inversiones a mediano-largo plazo, las cuales no comienzan a ser económicamente rentables sino hasta después de varias ediciones. 

También es necesario que los programadores de carteles se atrevan a arriesgarse con propuestas que incluyan a artistas nacionales e internacionales emergentes, que aparentemente no pueden tener tanto peso de atracción como el que tienen ciertas bandas más consolidadas, pero que, combinadas, podrían atraer al público local y motivar que gente de otros estados de la república, y no solo los aledaños hagan el viaje hasta la perla tapatía.


También te puede interesar:


Y por último falta encontrar cómo romper con los pésimos hábitos del público tapatío para la asistencia a conciertos.

El público local está muy mal acostumbrado a no asegurar su asistencia, producto también de que por muchos años fueron víctimas de organizadores inconsistentes que al final no cumplían con traer a los artistas o vilmente estafaban sin ofrecer un reembolso, por ello espera a último minuto para comprar boletos. Otra cuestión es que resulta complicado estimar cómo responderá el público a la inserción de bandas emergentes a los festivales, ya que la comunidad tapatía suele ser bastante apática e incluso hostil ante ciertas agrupaciones que en otros lados pueden llenar ellos solos escenarios grandes. 

Por último, el público en Guadalajara no hace mucho por pagar los boletos de los festivales, estando también condicionado a la existencia de múltiples festivales gratuitos y considerando que el desembolso  no está justificado.

También te puede interesar:


Como conclusión, festivales como el Coordenada al parecer dan esperanzas a que esta tendencia pueda romperse. Es un festival joven, que va por su tercera edición, pero que ha logrado estar bien organizado, a un precio razonable y con carteles atractivos, incluso aunque la pasada edición por circunstancias ajenas a sus organizadores perdió a dos de sus tres headliners internacionales: Foals y The Raveonettes. Aún peca de valerse mucho de artistas nacionales consolidados para dar peso al cartel, como fue la inclusión de Café Tacuba o Natalia Lafourcade, pero sí tiene la posibilidad de llegar a ser un festival que se pueda arriesgar más y finalmente romper la maldición tapatía.










Francisco Chavez Lizardi
@Nh_Admirari
PlasmArte Ideas, julio, 2016

Twitter: @plasmarteideas











Mousse Media, es coordinada de Víctor D. Magallón

[*Cafeinómano y fiel defensor del código de los caballeros pizza. 
Gusta de realizar sesudos análisis en busca de la última temporada de 
Los Simpson que haya valido la pena.] 

Contacto: victor.dmagallon@gmail.com






No hay comentarios.:

Publicar un comentario