martes, 9 de febrero de 2016

COCTEL DE LETRAS | Contracorriente verde: Mosquitos terribles

[Sección a cargo de Inés M. Michel*]









[Colaboración de Alejandro Juárez*]


Imagen tomada de: Crónica Viva


Hay personas que niegan la realidad por más que las muerda. O las pique, que para el caso puede ser peor. Además del dengue,  enfermedad que llegó para quedarse, tenemos al recién desempacado zika, con su secuela de afectaciones a la salud: calentura, malestar general, dolor de cabeza y en el interior de los ojos, así como en músculos y articulaciones. 

Investigadores de la salud y especialistas ambientales han señalado desde 2002  el riesgo de incremento de enfermedades transmitidas por mosquitos (dengue, paludismo, chikungunya y el reciente zika, entre otros) debido al calentamiento global. La Organización Mundial de la Salud emitió un comunicado en 2013 en el que exhorta a los gobiernos de América Latina a mejorar sus sistemas de salud, ya que 500 millones de personas podrían contagiarse de dengue. En el caso del zika, las últimas cifras reportan ya 4 millones de casos en Brasil, y la presencia de la enfermedad en otros 14 países latinoamericanos, incluyendo México.

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El dengue no es nuevo en nuestro país: en 1963, tras una intensa campaña de control se le consideró erradicado del territorio nacional. Sin embargo en 1970 se extendió de nueva cuenta, primero en el sur del país y después subió hacia el norte, siguiendo la ruta de los estados aledaños al mar. A fines de la década de los noventa el número de casos de dengue en lugares alejados de la costa comenzó a incrementarse, al punto de generar brotes epidémicos en ciudades como Guadalajara (en 2013 se registraron 600 casos en el municipio del mismo nombre y 137 en Zapopan, por ejemplo). En los casos más severos el dengue provoca insuficiencia respiratoria, hemorragias internas y externas, así como crecimiento del hígado. Los glóbulos blancos -encargados de la defensa del cuerpo- disminuyen y el cuerpo puede alcanzar un estado de choque. En ocasiones (afortunadamente muy pocas) el enfermo muere. 

Tanto esta afectación viral como el zika son transmitidos por el mismo mosquito (el Aedes aegypti) a través del piquete que realiza para extraer sangre y  alimentar a sus huevecillos. 

La expansión de esta enfermedad se debe en buena medida al mejoramiento del clima para los mosquitos, por el aumento de temperatura del planeta. Diversos miembros del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (que agrupa a miles de investigadores de todo el mundo, que recolectan y analizan información para evidenciar el fenómeno) alertan que el riesgo sigue incrementándose, al contar los insectos transmisores con mejores condiciones para completar su ciclo biológico. 

¿Qué hacer entonces? En lo inmediato, reducir las posibilidades de que estos animales se reproduzcan al evitar la acumulación de agua en recipientes, tarjas, canaletas, lavaderos y cacharros. Un lavadero que no se limpie en un par de días se transforma en un paraíso en el que decenas de larvas se agitan con ganas de transformarse en adultos picadores. El uso de mosquiteros y repelentes naturales es otra buena alternativa. El empleo de insecticidas no lo es tanto, ya que a pesar de lo que digan los anuncios comerciales, la mayoría de los productos es tóxica para personas y mascotas. Además, los mosquitos han desarrollado resistencia a estos productos.

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Más allá de eso, la creciente presencia de estas enfermedades es una prueba directa de los efectos del cambio climático en la vida cotidiana, algo que la mayoría de las personas cree lejano. Pero es real y está aquí. Hay que actuar en lo individual y colectivo para controlar las causas: el exceso de gases de invernadero, provocados por la quema de combustibles y la fabricación masiva de productos, muchas veces innecesarios. Los mosquitos, con su molesto zumbido, son pequeños y terribles recordatorios de nuestra falta de acción sobre el tema. 

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*Alejandro Juárez
Consultor internacional en manejo de agua y cuencas; 
Director General del Instituto Corazón de la Tierra.


PlasmArte Ideas, febrero, 2016

FB: PlasmArte Ideas
Twitter: @plasmarteideas



*COCTEL DE LETRAS está a cargo de Inés M. Michel 

[Egresada del Instituto de Ciencias, generación 100, (100cias100pre). 
Las letras me han salvado de los hombres grises en innumerables ocasiones. 
Fiel lectora de Ende y de un sinfín de historias fantásticas y de terror. 
Casiopea es mi guía y confidente.]

Contacto: inesm.michel@gmail.com












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