[Sección a cargo de Inés M. Michel*]
[Reflexión de J. Ignacio Mancilla,
generada a partir del documental La sal de la Tierra]
Quiero, en este apretado
texto, decir algunas cosas sobre el excelente documental de Wim
Wenders y Juliano Ribeiro Salgado, La sal de la Tierra (2014) que
intenta, cosa que logra con creces, dar cuenta de un singular
escritor de luces y sombras (Photo/Grapho): Sebastião Salgado (1944);
sí, diré solamente algunas cuestiones porque es imposible cualquier
pretensión de agotar tan intensa y extensa narrativa visual sobre la
vida de un artista sin parangón.
Cabe advertir algo
innecesario si se conocen las fotografías de Sebastião Salgado, que
cada fotografía de él nos conmociona plenamente, como luces que nos
enceguecen o sombras que nos aniquilan, y nos convierten de seres
mirantes en seres anonadados; y, por ello, también en objetos.
Sí, no solo vemos con la
lente de Salgado sino que también ella nos ve y nos convierte en su
objetivo, en objetos atrapados en la lógica esquizia de la mirada,
Jacques Lacan (1901-1981).
Es por esa lógica
esquizia que cada foto desgarra nuestra humanidad (dividida) y nos
cuestiona en lo más hondo de nuestro ser:
¿Por qué?
¿Para qué?
Preguntas que uno se hace
prácticamente después de ver cada fotograma del artista brasileño.
Supongo que algo de esta
dimensión fue lo que atrapó a Wim Wenders (1945) y tuvo en él, que
también es un artista visual, un efecto del orden del (acto) hacer:
así es como surgió, supongo, este portentoso documental que ha sido
multipremiado, La sal de la Tierra, en primer lugar con el Oscar al
mejor largometraje documental del año pasado.
Además de otros
merecidos premios.
De manera más que
atinada, el documental toma su nombre del Evangelio de Mateo (5, 13),
que a la letra dice:
“Vosotros sois la sal del a tierra; pero si la sal se desvirtúa, ¿con qué se salará? Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres”.
Y yo me pregunto, después
de haber visto por dos veces el documental, y habiendo llorado no en
pocos momentos, ¿acaso la humanidad entera no ha pisado y pisoteado
ya (la sal de) la tierra misma?
Somos luz y oscuridad:
esto es lo que capta de manera más que genial Sebastião Salgado a
través de su escritura fotográfica; con la que nos convoca, todo el
tiempo, a asumir la verdad amarga de la violencia humana, pero
también la verdad dulce del amor, por fortuna.
Porque fue el amor de su
esposa lo que hizo que se reconciliara con la vida toda (la
naturaleza) y con su oficio de fotógrafo, que había abandonado por
el desencanto que le produjo la cruda realidad con la que se
confrontó por su propio oficio.
Es así que el documental
nos revela, como la luz, la singularísima vida creativa y artística
de Sebastião Salgado; es, en el sentido fuerte de la palabra y de la
Antropología, una historia de vida, de su vida.
Una historia, en el
sentido literal, pero también metafórico, de luces y sombras.
¿Qué es lo que nos mira
de las impresionantes fotos de Sebastião Salgado?
¿Acaso no es ese lugar,
teorizado por Lacan como punto ciego, el objeto del deseo, en tanto
real (objeto a), horizonte desde el que incluso las cosas son capaces
de mirar(nos)?
Voy a tomar, para
desarrollar mejor esta idea de Lacan, una tripleta de fotos, pero, de
entrada, una fotografía especial que también llamó la atención de
Wim Wenders, se trata de Retrato de mujer tuareg ciega; con ese
fotograma, ¿acaso esa mujer que mira, sin ver, no hace más que
patente lo real descarnado que nos implica? Es tal la fuerza de esa
mirada ciega que uno no es capaz de mirarla sin con-mocionarse, sin
quedar atrapado en el objetivo de la lente de Sebastião Salgado, que
es ella, que somos nosotros.
Mujer tuareg ciega, fotografía: Sebastião Salgado |
Y así con cada foto de
este singular artista de la luz y la sombra.
Es el caso, también, de
la foto de otra mujer, que se (nos) presenta, en tanto (nos) miramos
en ella, como el rostro que es, al tiempo que también la vemos como
la pisoteada corteza terrestre de esa historia de (la) ignominia
humana que uno no puede ver sin sentir vergüenza de pertenecer a la
misma, dolorosamente.
Fotografía: Sebastião Salgado |
Por último, consideraré
otra mujer, para de ese modo, más allá de lo dicho por Jacques
Derrida (1930-2004), en su fabuloso El
tocar, Jean-Luc Nancy (2011) situarlas desde la escritura
de Sebastião Salgado, no como una representación de la peculiar
triada derridaniana, la de la virgen, la pecadora y la arrepentida;
sino, más bien, desde esa estética de luces y sombras, como
representantes de sí mismas, como mujeres singulares que nos
interpelan, con sus rostros tan particulares, como mujeres lastimadas
por, eso sí, lo que el propio Derrida llama la estructura
Antropo/Logo/Falo/Carno/Céntrica de nuestra civilización, la misma
que no ha sabido respetar, sino más bien ollar, la sal de la tierra,
así como a estas tres singulares mujeres y a tantas otras y de hecho
a la humanidad entera.
Fotografía: Sebastião Salgado |
En fin.
Las fotografías de
Sebastião Salgado son un apasionante testimonio visual de una
historia desgarradora y dolorosa, la historia humana; llena de
violencias y guerras, de destrucción y muerte. Pero también de
persistencia y amor, pero un amor para nada romántico, sino un amor
advertido, por ello en ocasiones desencantado, de que lo único que
puede hacernos seguir es la lucha por la vida y contra la muerte,
aunque ésta vaya, finalmente, a terminar con todo y con todos, como
único amo absoluto e invencible.
Al ver el documental, que
cierra magistralmente con una especie de mensaje positivo, uno no
puede dejar de pensar en lo que el escritor de luces y sombras dice
en el mismo: que no merecemos vivir, pues hemos ollado demasiado, ya,
la (sal de) tierra.
¿Es demasiado tarde, ya,
para resarcir el daño?
Simplemente dejo la
pregunta que nos interpela a todas y todos, ¿seremos capaces de
escucharla?, pero sobre todo, ¿podremos hacer las cosas de manera
diferente a como las hemos venido haciendo hasta aquí?
Nada parece indicarlo.
Ficha técnica
La sal de la Tierra (The
Salt of the Earth, 2014)
Directores: Wim Wenders y
Juliano Ribeiro Salgado
Guionistas: Wim Wenders,
Juliano Ribeiro Salgado y David Rosier
Productores: Decia Films
País: Francia
Actores: Sebastião
Salgado,Wim Wenders y Juliano Ribeiro
J. Ignacio Mancilla
PlasmArte Ideas, junio, 2015
*COCTEL DE LETRAS está a cargo de Inés M. Michel
[Egresada del Instituto de Ciencias, generación 100, (100cias100pre).
Las letras le han salvado de los hombres grises en innumerables ocasiones.
Fiel lectora de Ende y de un sinfín de historias fantásticas y de terror.
Casiopea es su guía y confidente.]
Contacto: inesm.michel@gmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario