[Sobre la premiere en Guadalajara de Jurassic World
(Dir. Colin Trevorrow, EU, 2015),
Cinépolis Galerías, martes 9 de junio]
(Dir. Colin Trevorrow, EU, 2015),
Cinépolis Galerías, martes 9 de junio]
- Crearon un monstruo.
- Eso de monstruo
es relativo, para un canario un gato es un monstruo,
el problema es que estamos
acostumbrados a ser el gato.
Diálogo entre el Dr. Henry Wu (B. D. Wong) y
Simon Masrani (Irrfan Khan).
Simon Masrani (Irrfan Khan).
La nueva entrega de Jurassic Park, esta vez titulada
Jurassic World, que acaba de presentar su premiere en Guadalajara en medio de
un dispositivo escandaloso y francamente ridículo de seguridad, en el que
quitaron teléfonos móviles al entrar y revisaron pertenencias con detectores de
metales; resultó ser una experiencia interesante una vez superados estos puntos
de revisión que hacían pensar que pretendíamos entrar a una prisión y no a un
cine.
Primero, y como una especie de aclaración que
consideramos pertinente, esta cinta que pertenece al mundo de los blockbusters,
y que persigue evidentes fines comerciales, resultó fresca y con un guión bien
desarrollado, por lo que más que hablar de un producto fílmico que contó con el
exorbitante presupuesto aproximado de $190.000.000.00 dólares (sí, leyeron bien, 190 millones de dólares); lo que
queremos es hablar de la construcción de una historia y de la capacidad de los guionistas (Colin Trevorrow, Derek Connolly, Rick Jaffa y Amanda Silver) para
dar una visión renovada a una serie de películas que parecían ya haberlo dicho
todo (es aquí también pertinente decir que compartimos la idea ya muy discutida
de la falta de guiones originales en una de las industrias cinematográficas más
poderosas, como es la de Hollywood, que desde ya varios años atrás, se ha
dedicado a hacer remakes, retomar historias noventeras u ochenteras exitosas, y
adaptar best sellers, en aras de generar aquello que parece estar agotado, las
ideas).
Desde que coordinamos el cineclub independiente Cinito Rete Divertido, convertimos una frase en nuestro lema de batalla, cuando de
presentar y comentar películas se trataba: “solo hay buen cine y mal cine”,
solíamos decir en las proyecciones de dicho espacio que funcionó por dos años y
en el que se exhibieron películas tanto independientes como comerciales,
respondiendo así al porqué no solo elegíamos cine independiente o alternativo,
puesto que no creemos que todo el cine "comercial", por llamarlo de alguna manera, sea
malo como suele decirse y escucharse en ciertos círculos, ni por el contrario,
que todo el cine independiente o fuera del circuito de la industria, sea bueno en automático; siendo más osados, podemos citar al gran escritor ruso Antón Pávlovich
Chéjov que decía: "La obras de arte se dividen en dos categorías: las que
me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio".
Así que aclarado lo anterior, escribimos sobre Jurassic
World porque asistimos a la premiere y nos gustó, la consideramos una buena película, con una historia
sólida, y con una propuesta interesante, todo ello, habiendo pasado 22 años del estreno de la primera
Jurassic Park (1993), dirigida por Steven Spielberg.
Hay que mencionar que la película original está basada en una novela del
afamado escritor estadounidense de ciencia ficción y aventura Michael Crichton
(1942 – 2008), médico de profesión; Crichton tiene una larga lista de éxitos
editoriales y guiones cinematográficos que le generaron un gran prestigio
dentro de Hollywood, algunos de sus textos son: La amenaza de Andrómeda (The
Andromeda strain), llevada al cine en 1971; Sol naciente (Rising Sun), también
convertida en éxito cinematográfico en 1992, protagonizada por Sean
Connery, Wesley Snipes y Harvey Keitel; Congo, convertida en película en 1995; Devoradores de cadáveres (Eaters of the Dead), llevada al cine con el titulo 13 guerreros, protagonizada por Antonio Banderas; entre otros muchos
éxitos. También es autor de la segunda parte de Jurassic Park, titulada: El
mundo perdido (The Lost World), llevada a la pantalla grande, nuevamente por el director Steven Spielberg, protagonizada por Jeff Goldblum, esta vez en un papel principal y
Julianne Moore. Como dato final, en 2001 apareció la tercera parte de esta
franquicia, Parque Jurásico III, la primera de la serie que no se basa en un
libro de Michael Crichton ni está dirigida por Steven Spielberg, quien
participa como productor ejecutivo.
En esta cuarta entrega de la saga encontramos un interesante
diálogo que mencionamos al inicio de este escrito, dicho diálogo se da en uno de los momentos caóticos
(que de antemano ya todos en la sala estábamos esperando), en el que el dueño del parque, Simon Masrani (Irrfan Khan), pide cuentas al genetista que lidera el proyecto de investigación, el Dr. Henry Wu (B. D. Wong), preguntándole por uno de los
dinosaurios del parque, que ha desatado el caos, y es así que en un breve
intercambio de palabras, nos enfrentan a la naturaleza misma del ser humano, un
ser depredador que acostumbrado a ser él, el que pasa por encima de la vida de
otros seres vivos, no se cuestiona sobre su capacidad destructora y el horror
de sus actos (o lo hace muy poco), hasta que ve el papel invertido y se
convierte en presa.
Esto ha sucedido en cada uno de estos filmes, y en muchos
más del género, donde la naturaleza se vuelca con toda su fuerza y violencia
contra los seres humanos. Los guionistas fueron conscientes de ello, lo hicieron evidente, y
aprovecharon la oportunidad para hacernos algunos cuestionamientos a los
espectadores, cuestionamientos que si sabemos leer pueden servir para
replantearnos nuestra relación con la naturaleza y con todos los seres que la
habitan.
De nueva cuenta se pone en juego la ética, y vuelve a ser
pertinente la interrogante que hizo el Dr. Alan Grant,
interpretado por Sam Neill, a John Hammond, (dueño y creador del parque), interpretado por Richard Attenborough, en
Jurassic Park (1993), Alan se muestra escandalizado por retornar de la
extinción a los dinosaurios y comenta “el asunto, no es si podemos hacerlo, sino
si debemos hacerlo”.
Aquí se trata de un dilema ético aparentemente ficticio,
pues hablamos de dinosaurios, pero es más que eso, esa diferencia entre poder y
deber, entendiendo el deber como un problema con muchas aristas, trasladado a nuestra
realidad y al mundo que vivimos, nos lleva a preguntarnos sobre los animales y
sus derechos, algo que se esboza en Jurassic World, donde se menciona de pasada, algo sobre los derechos de los dinosaurios, que son criados con un fin específico de
entretenimiento, son “activos”, cifras de un parque de atracciones que vende lo
que los zoológicos, acuarios, delfinarios y circos, venden en el mundo real, la
posibilidad de interactuar con “lo salvaje” siempre desde la comodidad de una
butaca o detrás de una valla, y con la certeza de estar a salvo.
Pero resulta que estos seres criados en cautiverio, tienen
necesidades sociales, afectivas, y vitales, que van más allá de la alimentación. Su realidad los obliga a estar en cautiverio toda su
existencia, en ambientes restringidos y reducidos, siendo observados como
objetos de ornato, confinados al aislamiento sin poder nunca llevar una vida ni
cercana a la que llevarían en su ambiente de origen. Esto les sucede a los dinosaurios
sí, por cierto todas hembras, como ya se había manejado en las películas anteriores,
pero también a delfines, leones, elefantes, caballos, es decir, a todos los
animales que son explotados en la vida cotidiana, con fines de entretenimiento
o “deportivos”.
Este es uno de los temas que aborda la cinta, así como la
capacidad de empatía con los animales, al mostrarnos a un personaje como Owen Grady (Chris Platt), quien se gana el respeto de una pequeña comunidad de
velociraptoras y además pelea porque no sean maltratadas ni utilizadas con fines
bélicos (otro giro que plantea la historia, casi desde el inicio de la
película).
Es también un filme que introduce otras figuras
interesantes, la del dueño y director, que es indio, personificado por Irrfan Khan, (otra vez haríamos hincapié en la costumbre de ver en esta y otras cintas, al hombre acaudalado, como un típico hombre blanco), la de la jefa de operaciones y científica corporativa de Jurassic World, Claire Dearing (Bryce Dallas Howard) una chica obsesiva por el control y que no solo está al mando
de todos los trabajadores, sino que, a pesar de que a simple vista
parece el estereotipo de la mujer guapa según el canon de belleza occidental, con una
vestimenta que incluye un par de tacones siempre puestos, resulta ser una de
las heroínas de la historia, y deja de lado el papel de la chica en apuros tan
recurrente en el cine hollywoodense, a la que tienen siempre que ayudar y
rescatar; Claire lucha, ayuda a otras personas y defiende sus ideales, a la par de Owen.
En definitiva Jurassic World combina elementos ya
trabajados en otras películas de la saga pero aporta algunos giros novedosos,
que se han visto en recientes producciones de los grandes estudios de
Hollywood, confiemos en que esta nuevo relanzamiento de la serie más famosa de
dinosaurios no se comience a desinflar en el siguiente capítulo, porque por supuesto que tendrá una continuación, ¿acaso lo dudan?
David A. Becerra e Inés M. Michel
PlasmArte Ideas, junio, 2015
*Ensalada Freak está a cargo de David A. Becerra
[Cocinero de primera, perdón de primer año,
experto en revolver cosas sin un orden específico,
se le encargó la elaboración de ensaladas y otros platillos.
Tiene la intención de escribir varios libros,
de cursar varios diplomados, algunas maestrías y un par de doctorados,
habla más o menos español, y lo escribe al 50%;
es el fundador y único miembro de su propio club de Star Wars.]
Muy buen comentario.
ResponderBorrarMuchas gracias.
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