Ellos regresaron
El 2
de julio de 1996 sobre los cielos de las principales ciudades del
mundo parecen gigantescas naves espaciales alienígenas, se desconoce
su procedencia y sus intenciones, sin ninguna respuesta a los
intentos de comunicación de los gobiernos del mundo, los
extraterrestres comienzan una destrucción global, matando a millones
de personas y destruyendo ciudades enteras, los ataques contra esta
fuerza espacial son inútiles hasta que el ejército de los Estados
Unidos, devuelve el golpe el 4 de julio (Día de la Independencia de
los E.U.A.), derrotando a las naves extraterrestres y salvado a la
humanidad de la extinción.
A grandes rasgos, ahí la premisa de la película que seguro todos han visto por lo menos una vez,
Independence Day (Día de la independencia), una producción
estadounidense dirigida por el alemán Roland Emmerich
(Stuttgart, Baden-Wurtemberg, Alemania, 1955), responsable de
infinidad de blockbusters que seguro conocen: Soldado
Universal (1992), Stargate (1994), Godzilla (1998),
El patriota (2000), The Day After Tomorrow (El día
después de mañana) (2004), 10 000 a. C. (2008), 2012 (2009), entre otras.
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El guion de Independence Day es muchas cosas,
menos original, basado (para no decir calcado), de la novela de 1898
del escritor inglés H.G. Wells, The War of the Worlds (La
guerra de los mundos), explota el patrioterismo estadounidense al
máximo y la simpleza de una historia ya muchas veces contada; lo que
sí fue espectacular y digno de mención, es el despliegue de efectos
especiales que utilizó en ese momento, lo que la hizo merecedora del Oscar en la categoría de efectos visuales en 1996, y que la
convirtió en una de las películas más taquilleras de la historia. Cómo olvidar las escenas de la destrucción de la Casa Blanca o del
edificio Empire State en Nueva York. Durante mucho tiempo
Roland Emmerich y Dean Devlin, ambos co-guionistas de
la película, aseguraron que no habría una continuación de esta
historia, sin embargo, con la falta de ideas y propuestas nuevas que
desde hace ya tiempo padece “la meca” del cine, que le ha dado
por hacer nuevas versiones de películas pasadas o continuaciones
ilimitadas, los escritores decidieron que era momento de sacar del
baúl noventero las naves gigantes y los extraterrestres malvados; Emmerich se pone nuevamente en la silla de director y
nos trae una segunda parte que nadie esperaba, Independence Day:
Resurgence, que retoma la historia veinte años después de la primera
guerra alienígena, con un mundo que ha logrado reconstruirse y
unirse para un fin común, la defensa de la Tierra contra otro ataque, esto gracias al aprovechamiento de la tecnología
extraterrestre capturada, que ha llevado a los gobiernos del mundo a
desarrollar armas y naves más avanzadas.
En esta nueva producción
no se contó con la actuación del actor Will Smith (estrella
de la primera), sin embargo Bill Pullman y Jeff Goldblum
aparecen de nuevo en sus papeles, entre otros actores. La historia se repite,
en vísperas del 4 de julio una nueva y más grande nave aparece
causando una destrucción mucho mayor que en la primera invasión y
es cuando los viejos y nuevos amigos se unen para tratar de
contraatacar a los extraterrestres. La cinta despliega una gran gala de
efectos especiales, tratando de enmendar la falta de una trama
original, en aval de ella preguntaría, ¿pues qué esperaban?, es el Día de la Independencia 2.
Es divertida y además
carece de discursos patrioteros estadounidenses cosa que se agradece,
(Inés no comparte esta visión por cierto). Aunque faltan un par de
días para su estreno en cines, no creo que cause el mismo impacto
que su antigua predecesora, pero esperemos a ver cómo trata la
audiencia a este nuevo episodio en la eterna lucha entre humanos
contra todo el universo.
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David A. Becerra
PlasmArte Ideas, julio, 2016
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[*Cocinero de primera, perdón de primer año,
experto en revolver cosas sin un orden específico,
se me encargó la elaboración de ensaladas y otros platillos.
Tengo la intención de escribir varios libros,
de cursar varios diplomados, algunas maestrías y un par de doctorados,
hablo más o menos español, y lo escribo al 50%;
soy el fundador y único miembro de mi propio club de Star Wars.]
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