viernes, 31 de julio de 2015

PLASMARTE RADIO | De lo absurdo a lo angustioso: lo kafkiano en la realidad y en el cine



[Escúchanos este viernes 31 de julio a partir de las 21:00 hrs. por www.laexquisitaignorancia.com]



El pasado 3 de julio se cumplieron ciento ochenta y tres años del nacimiento de Franz Kafka, uno de los escritores más influyentes en la literatura universal. A casi más de cien  años de su muerte, sus textos cobran una mayor validez en una sociedad donde saboreamos la sinrazón todos los días. Mousse Media sección de PlasmArte dedicada a los sesudos análisis de la realidad cotidiana y no tan cotidiana, se dio a la tarea de revisar el fenómeno kafkiano, ese adjetivo que frecuentemente envuelve e impregna nuestra sociedad mexicana en numerosas situaciones y que parecieran salidas de la mente lúcida de este gran escritor.

Cabe hacer la aclaración, lo kafkiano es muy diferente a lo kafkiano, mientras que lo primero tiene que ver con todo lo que se relaciona con Kafka, lo segundo tiene que ver específicamente con los personajes, situaciones, atmósferas que el escritor lograba crear en la mayoría de sus obras; es decir, todos los textos realizados por este gran escritor son kafkianos, pues son creados y firmados por Franz Kafka, pero no todos son kafkianos, algunos no llegaban a tener esta estética desesperante y absurda que ha trascendido hasta convertirse en una metanarrativa propia de nuestra realidad cotidiana. 





Kafka de visita


A estas alturas no podemos comprender nuestra realidad mexicana sin retroceder a grandes escritores que han aportado una nueva forma de revisar nuestra realidad inmediata. Nos llegan sin problemas algunos nombres de autores latinoamericanos, pero Kafka es uno de los que retrata con mayor sentimiento visceral muchas de  las situaciones que vivimos día a día. Nacido en 1883 en Praga cuando esta era capital del Reino de Bohemia y que integraba el desaparecido Imperio austro-húngaro, Kafka es quizá uno de los mejores referentes que retrata situaciones que para algunos pueden ser absurdas, pero que para la realidad mexicana atrapan ese sentimiento que nos es totalmente familiar.

Lo kafkiano es estar más de dos horas en una clínica del IMSS esperando a que alguien te atienda, es escuchar por la radio que el gobierno encontró la manera de ponerle IVA a los tacos, es también, darte cuenta que la gente sigue votando por el PRI. Lo kafkiano es en pocas palabras, lo monstruoso convertido en la cotidianeidad, lo absurdo y sinrazón justificado por la razón.









De lo absurdo a lo angustioso


Dentro de la estética kafkiana podemos identificar algunas características que sin problemas vinculamos con nuestra realidad inmediata, ya sea por lo absurdo y angustioso que pueden ser, o por las situaciones en las que pudiéramos estar inmersos.

Pero,  ¿qué es lo kafkiano? Lo kafkiano es una situación de difícil solución, intricada, peligrosa, enrevesada, laberíntica, confusa, incomprensible, a la que no se le ve fin y en ocasiones relacionada con la burocracia u otros aparatos sin rostro. Los personajes son absorbidos por un mecanismo que los rebasa, que se escapa a su control y que con toda seguridad tendrá un final no deseado.




Podemos estar formados en una fila en la cual nos conducirá a otra fila que será para obtener una firma, que de seguro nos mandara a una sala de espera donde nos recibirá una persona que nos comunicará que los documentos que traemos no son suficientes y nos indicará que volvamos mañana a realizar nuevamente todo el proceso antes descrito.

Vale la pena tomar en cuenta a Leopoldo La Rubia que identifica tres características que convierten lo kafkiano en lo kafkiano:


La imagen de la burocracia como laberinto: es un rasgo distintivo dentro de los textos del autor checo. Se da la sensación de un laberinto incomprensible en el cual necesitamos de alguna ayuda externa  para poder salir bien librados del caos pero no hay alguien dispuesto a ayudarnos.  Esta burocracia laberíntica se ha convertido en un símbolo de la despersonalización del individuo en el Estado burocrático, la brecha es casi interminable en esta idea de individuo-institución, además,  esta institución carece de rostro o no hay quién la quiera encarnar.

Lo intrincado: es una propiedad que acompaña a la burocracia, el individuo se siente perdido en esta inmensidad burocrática sin llegar  siquiera a comprenderlo. El papeleo, el trámite, acompaña el caos en el que los personajes se encuentran, el individuo se enfrenta a lo desconocido, nunca se muestra el rostro del poder, sea este del tipo que sea, siempre hay un subalterno en turno y las responsabilidades se diluyen entre ellos. Gabriel Marcelo escribe: “En el mundo del estado y de la sociedad el hombre ya no representa ninguna  realidad viva. Es un número sobre una ficha, en un expediente formado por una infinidad de fichas, cada uno con su número…”

Peligro y desasosiego: la inaccesibilidad de las instituciones estratificadas jerárquicamente ubica al individuo en un aislamiento alienado e incomunicado. El individuo se tiene  que amoldar en la  mejor medida posible a una cotidianeidad monstruosa, incomprensible, inaprehensible, bajo una ley oculta que nadie conoce pero sin embargo todos asumen. Una posibilidad siniestra que puede ocurrir en las situaciones cotidianas. 

La sinrazón que las obras literarias de Kafka representan nos parecen totalmente familiares e irónicamente con mucha razón de ser en la actualidad. En una sociedad donde cada  día se despersonaliza más al individuo con un número, un código, una contraseña, un seudónimo, un alias, es decir, todo un complejo de artífices que mas que facilitar su existencia la hacen más miserable no teniendo el control de lo verdaderamente importante.



En algunas ocasiones escuchamos que Kafka se había adelantado a su tiempo, siendo uno de los  primeros en retratar situaciones complejas y oníricas que a la par, lo vendría a hacer el surrealismo en la primera mitad del siglo XX, yo en lo personal difiero un poco a esto, Kafka era un hombre de su tiempo, que retrataba una realidad que él estaba consciente que estaba pasando. Recordemos que a Kafka le tocó vivir el apogeo de la revolución industrial, el nacimiento del capitalismo moderno y la consolidación de las naciones europeas como actualmente las conocemos, por lo que Kafka con toda su literatura, nos preparaba para lo que la sociedad viviría a lo largo del siglo XX; una realidad que genera un sinsentido, donde lo más importante no es el ser humano sino el leviatán de la institución sin rostro.



Víctor D. Magallón
PlasmArte Ideas, julio, 2015

FB: PlasmArte Ideas

Twitter: @plasmarteideas







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Referencias

La Rubia, L., (2011) KAFKA Y EL CINE. Estética de lo kafkiano en el séptimo arte, Madrid: Biblioteca Nueva

Greenberg, C., (2002) "La condicion judia de kafka" (1956) en  Clement Greenberg. Arte y Cultura. Ensayos críticos. Barcelona: Paidós

Documentos electrónicos

Loayza, D., (2007, marzo), Lo kafkiano en el cine: pesadilla, metamorfosis y absurdo en la pantalla. El lar de los conformes disconformes (blogspot). Disponible AQUÍ

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