[Escúchanos este viernes 17 de julio a partir de las 21:00 hrs. por www.laexquisitaignorancia.com]
El cómic y el cine son dos medios que comparten varias cosas en común.
Ambos nacieron en los inicios del siglo XX, uno de la mano de dos hermanos
franceses que veían en su invento un aparato para uso científico y que jamás
imaginaron los alcances que tendría, y el otro, producto de las decisiones de
un magnate de los medios impresos que después sería parodiado por Orson Wells
en su legendaria película Citizen Kane
(1941); también en diferentes momentos ambas han visto como sus cualidades
estéticas y narrativas han sido
menospreciadas por las artes tradicionales y sus estudiosos debido a su
naturaleza masiva, popular e industrial; pero el principal vínculo que mantienen el cómic y el cine, es el uso de
la imagen como elemento principal de comunicación con el público. No es de extrañar
entonces que el cómic sea un visitante y colaborador frecuente además de extraordinario con el
cine, que le ha aportado grandes historias y personajes llenándolo de vitalidad
e imaginación, atrayendo a infinidad de públicos a sus oscuros terruños. En los
últimos tiempos la aparición de adaptaciones de cómics al cine ha tenido una
intensidad que a los ojos de muchos parece nuevo, excesivo y hasta peligroso,
imaginando con mucha exageración la caída en los abismos más profundos de la
cinematografía presa de la espectacularidad y la superficialidad que algunas
películas originadas en el cómic tienen. Primero, sería bueno comentar que
estas adaptaciones son todo… menos nuevas.
De las primeras referencias que
podemos encontrar están por ejemplo:
The Katzenjammer Kids, tira cómica estadounidense que
apareció en 1897 creación del dibujante Rudolph Dirks, de origen alemán, en el American Humorist, suplemento sabatino del
New York Journal propiedad del magnate
William Randolph Hearst. Uno de los primeros cómic de la historia que tuvo varias
adaptaciones al cine en animaciones y filmes de live-action mudos en 1918.
Little Nemo in Slumberland conocido
en español como El pequeño Nemo en el
País de los sueños creado por el genial ilustrador Winsor McCay,
considerado el primer gran clásico de la historia del cómic. Se publicó, por
primera vez en el New York Herald en 1905.
La primera adaptación cinematográfica de este cómic fue realizada por el mismo
McCay en 1911, convertido en un cortometraje de 3 minutos, mitad animado y
mitad live-action.
Krazy Kat otra tira cómica,
creada por George Herriman, se publicó en periódicos estadounidenses entre 1913
y 1944. Apareció por primera vez en el diario New York Evening Journal, también propiedad de William Randolph
Hearst, quien por cierto es considerado uno de los mayores impulsores del cómic
y la tira cómica en la historia, debido en parte a su gusto personal y a su visión
comercial. Krazy Kat fue llevado al cine animado en el año
de 1916 por la compañía Hearst-Vitagraph
News Pictorial, propiedad también de Hearst.
En 1928, nace un personaje
icónico de la ciencia ficción, el aventurero espacial Buck Rogers (originalmente
se llamaba Anthony Rogers). Buck Rogers, apareció originalmente
en dos novelas escritas por Philip Francis Nowlan para la revista Amazing Stories, posteriormente sería
llevado a las tiras cómicas donde cobraría gran popularidad y posteriormente a
la radio en 1932, para dar el salto en 1933 al cine en el cortometraje de 10
minutos de duración Buck Rogers in the
25th Century: an interplanetary battle with the tiger men of Mars.
En 1929, el dibujante Elzie
Crisler Segar crea al legendario marinero Popeye, que sería llevado también a
la pantalla grande en formato de cortos animados, en el año de 1933 por los estudios
de animación de los hermanos Max y Dave Fleischer, convirtiéndose en algunos de
los más exitosos de la época y con infinidad de adaptaciones en los años
posteriores.
El inspector Dick Tracy nace como tira
de prensa de la mano del dibujante Chester
Gould en 1931. Dick Tracy tuvo muchas adaptaciones tanto en radio como en
cine, en 1937 es llevado a la pantalla grande en formato de seriales.
El dibujante Alex Raymond crea en
1934 a otro de los grandes personajes de la ciencia ficción, inspiración para
innumerables historias posteriores entre ellos la saga STARWARS (1977), nos referimos
a Flash
Gordon, apareció como página dominical, llevándose a finales de los años
treinta al cine en el formato de seriales: Flash Gordon (1936), Flash Gordon's Trip to Mars (1938) y Flash Gordon Conquers the Universe (1940).
Y esto es solo el principio…
David A. Becerra
PlasmArte Ideas, julio, 2015
PlasmArte Ideas, julio, 2015
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