[Sección coordinada por Inés M. Michel*]
Antes de venirme a Ciudad de México, Víctor y yo nos dimos a la tarea de empezar a acomodar la biblioteca de mi papá. Fue una labor que quedó inconclusa y que espero poder terminar pronto, pero al estar en esos menesteres fui encontrando libros que quise poner en mi lista de próximos títulos a leer. La mayoría eran de literatura y otros cuantos de filosofía, los fui añadiendo a una selección que me acompañó hasta mi nueva casa en la capital.
Esos
libros, junto a otros que atesoro y que pretendía releer estando acá, llenaron
un par de maletas, calculo son alrededor de setenta, algunos ya clásicos, otros
muy recientes, y me acompañaron en toda la travesía que fue la mudanza. Llegaron conmigo a la ciudad, donde estuvimos en la casa de una muy buena amiga de mi
mamá, hasta que encontramos el lugar en el que nos instalamos definitivamente.
Donde estoy viviendo ahora es que comencé a
acomodarlos en el espacio destinado para ellos, un bonito librero blanco, y a
partir de ahí, fui eligiendo mis lecturas. Una de las últimas es de las que voy
a platicarles, se trata de un texto que me sorprendió bastante y que me
resultó todo un deleite. Se trata de Estoy en Puertomarte sin
Hilda y otros cuentos, una compilación de relatos breves autoría de Isaac
Asimov, un maestro de la divulgación científica y un gran narrador, que con
estos cuentos se aventura en la creación de textos que combinan la ciencia
ficción y el género policiaco.
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Una
maravilla narrativa que en once relatos nos invita a imaginar mundos muy
avanzados tecnológicamente, donde los intereses y problemáticas humanas nos
sonarán muy parecidos a los actuales, sin embargo, el marco y circunstancias
son distintas pues muchas cosas hoy imposibles son cotidianas, como los viajes
intergalácticos, las colonias en el espacio y los saltos en el tiempo.
Crímenes,
detectives, investigaciones y planes elaborados por mentes geniales, son
narrados de forma magnífica y con un gran humor, y, por si fuera poco, algunos
cuentos incluyen prólogo y/o epílogo por el mismo Asimov quien explica las
circunstancias en que fue escrito el texto que vamos a leer o las reacciones
que generó después de publicado. También encontramos una introducción a todo el
volumen donde el autor habla sobre la ciencia ficción como género literario y
ahonda en las particularidades de la mezcla entre este y el policiaco,
desmintiendo algunas creencias populares.
Así
como en los relatos policiacos de autores como Agatha Christie o Arthur Conan
Doyle encontramos a un mismo detective que aparece resolviendo el misterio en
distintas narraciones, tenemos aquí a Wendell Urth, un científico
(extraterrólogo) al que no se le escapa ni el más mínimo detalle, ¡genial
personaje!
Disfruté
muchísimo la lectura de este librito, que, por su práctico tamaño, puede
acompañarte a donde sea. Por ello decidí recomendarles Estoy en Puertomarte sin Hilda y otros cuentos, ya sea que sean
asiduos lectores de ciencia ficción o historias de detectives, o si es su primer acercamiento a estos géneros, les aseguro que se divertirán bastante y encontrarán sorpresas en
varios finales.
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Mis
cuentos favoritos:
La campana armoniosa
Qué importa el nombre
Una estratagema inédita
Estoy en Puertomarte sin Hilda
Nota necrológica
Twitter: @plasmarteideas
COCTEL DE LETRAS es coordinada por Inés M. Michel.
[*Egresada del Instituto de Ciencias, generación 100, (100cias100pre).
Las letras me han salvado de los hombres grises en innumerables ocasiones.
Fiel lectora de Ende y de un sinfín de historias fantásticas y de terror.
Casiopea es mi guía y confidente.]
Contacto: inesm.michel@gmail.com
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