Sección coordinada por David A. Becerra*
Antes
de The Shape of Water, antes de Hellboy, antes de El
Laberinto del fauno, fue…
El
director tapatío Guillermo del Toro, conocido como "El gordo", ganó su
primer Oscar el pasado domingo 4 de marzo. Se lo debían desde El
laberinto del fauno, a mi ver, su mejor película hasta ahora.
Como se están haciendo ya una serie de homenajes, análisis y
retrospectivas de su trabajo en todas las plataformas posibles, vengo a compartirles una nota personal, un poco diferente, para contribuir a dar a conocer otra historia paralela que, como la de Del Toro, es fantástica y
digna de contar.
También te puede interesar
En 2009, murió aquí en Guadalajara, el director
de cine y animador Rigoberto Mora (1965-2009). Para quienes no están
muy involucrados en la historia de la animación en Jalisco, Rigo fue uno de los primeros socios y más cercanos colaboradores de
Guillermo del Toro durante sus inicios; amigos de la escuela y motivados
por sus intereses mutuos, los monstruos, el cine, el terror y la
fantasía, formaron juntos la, ahora legendaria, compañía, especializada
en maquillaje, animación y efectos especiales, Necropia, en el
año de 1985.
Mora y Del Toro colaboraron en varios proyectos en ella, realizando efectos para cortometrajes, películas y
comerciales de televisión, entre ellos, uno para la FIL a finales de
los 80. En ese contexto, trabajaron en la película que lo cambiaría todo para ambos, La invención de Cronos (1993), un parteaguas en sus carreras; para Guillermo del Toro sería el primer paso de una larga caminata
hacia la cúspide, mientras que para Rigoberto Mora el comienzo de una difícil travesía por
las pantanosas y peligrosas aguas del cine local y nacional.
Cartel. Tomado de: programaibermedia.com |
Rigo siempre haría mención de su amistad con Del Toro, pero jamás
vincularía su trabajo con el de él. Se convirtió en maestro de
muchas generaciones de animadores en la ciudad. Un personaje extraño,
divertido, ocurrente y, sobre todo, extremadamente creativo.
También te puede interesar
La historia de Rigoberto Mora es una historia de alguien que decidió
quedarse en México, y enseñar todo lo que sabía a las personas que tuvieran la
voluntad de volverse sus “esclavos”, como lo decía en broma,
porque como siempre en el cine local, de todo hay, menos presupuesto
suficiente. Fue un artista que prefería comprar un
kilo de resina epóxica para hacer sus monos antes que comprar
comida para ese día; su voluntad resultaría una gran inspiración
para todos los que se sentían con las ganas de incursionar en el
cine, y dejó como enseñanza principal, algo que me gusta mencionar cuando platico sobre él, que la falta de
dinero no es un impedimento para hacer cine (aunque si lo tienes
mejor, también decía).
Esta es una pequeña parte de su historia, hay mejores y más largas, les cuento un poco de lo que yo viví junto a este animador. Tiene que ver con un fragmento de la vida y carrera de Guillermo del Toro, y también tiene que ver con la gente que sueña, que cree en la
fantasía, la ciencia ficción y el terror, como Mora lo hizo, quien se quedó aquí para que su sueños (y sus historias) tuvieran tortas ahogadas, se
desarrollaran en Chapultepec y tuvieran personajes que hablaran "cantadito".
Por último si
Rigo leyera esto, yo pienso que diría algo como: “Qué pinche cursi, métele
más acción”.
También te puede interesar
Aquí
les dejo una muestra de su trabajo, el cortometraje animado Sombras:
David A. Becerra.
PlasmArte Ideas, marzo, 2018.
FB: PlasmArte Ideas
Twitter: @plasmarteideas
Instagram: @plasmarteideas
Ensalada Freak es coordinada por David A. Becerra.
[*Cocinero de primera, perdón de primer año,
experto en revolver cosas sin un orden específico,
se me encargó la elaboración de ensaladas y otros platillos.
Tengo la intención de escribir varios libros,
de cursar varios diplomados, algunas maestrías y un par de doctorados,
hablo más o menos español, y lo escribo al 50%;
soy el fundador y único miembro de mi propio fanclub de Star Wars.]
No hay comentarios.:
Publicar un comentario